miércoles, octubre 31, 2007

SOUNDTRACK 46 / VOLUME ONE 99: WOODY & NEIL

El fanatismo produce ceguera, por eso yo no me considero un fanático de algo o de alguien (un cineasta, un músico…) al 100 %. Diría que lo puedo ser un 90% y que el 10% que dejo escapar lo abarcaría la afiliación a clubes de fans, la posesión de incontables bootlegs incluso en mal estado de grabación o el conocimiento al detalle de datos biográficos actualizados. Me conformo con ese 90% que me ayuda a encontrar defectos en mis héroes favoritos.

A mi manera y en mi porcentaje soy fan de Woody Allen y de Neil Young.

A Woody Allen, de quien he visto sus 37 películas y de las que no me gustan 8, creo que ya no puedo exigirle más obras maestras en sus citas anuales. Ya las hizo en los setenta (Annie Hall, Manhattan), en los ochenta (Broadway Danny Rose, La rosa púrpura de El Cairo, Delitos y faltas), en los noventa (Misterioso asesinato en Manhattan, Todos dicen I love you) y en los albores del siglo XXI (Match Point). Sus comedias o dramas, incluso en sus aspectos más trágicos, me animan el día y agrandan mi amor por el cine. No tengo por qué esperar de él más cantos de cisne (quizá algunos críticos de cine que ahora creen verle agotado y estancado, todavía se los reclaman), pero su último largometraje, Cassandra’s dream, sí me parece una obra maestra. Y no soy el único.

Nota: 10/10

A Neil Young, del que guardo con esmero sus 40 discos y los que grabó con Buffalo Springfield y Crosby, Stills, Nash & Young, tampoco le pido nuevos trabajos magistrales cuando se ha cansado de hacerlos (Everybody knows this is nowhere, Zuma, Comes a time, Live Rust, Freedom, Ragged glory, Weld, Harvest moon, Mirror ball, Greendale, Prairie wind). Y ahí sigue el viejo guerrero canadiense, haciendo lo que le da la gana y, como Woody Allen, a ritmo de álbum por año. O más. Chrome dreams II (Reprise, 2007) es el más fresco, la supuesta continuación de una serie de ‘sueños de cromo’ que pretendió juntar en un disco de mediados de los setenta que nunca llegó a ser oficial y que fue esparciendo en diversos trabajos posteriores.

Y, ¿qué, Neil?, ¿qué nos vendes? Te damos las gracias por seguir en activo sin cansarte, aunque ahora decidas repasar con nuevas canciones algunas fases de tu obra y las reúnas… un poco de cualquier manera en Chrome dreams II. Es que de los diez temas alguno podría aparecer en American stars ‘n’ bars (1977), un par de ellos en Freedom (1989), otro par en Sleeps with angels (1994); hay cortes que suenan como si hubieran sido descartados del Life (1987) o del Are you passionate? (2002). La guitarra de Neil se suaviza a veces y tiembla y se contorsiona otras. Se entrometen trompetas que ensalzan temas kilométricos y se juntan voces en coro tan raras como curiosas en una producción algo tosca y descuidada. Hay nuevo material un poco insulso, otro excelente y otra parte simplemente correcta.

Nota: 6/10

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Tribecasessions... ya hablaremos con detalle de esa obra maestra titulada "Cassandra's Dream"... Respecto ha este disco de Neil y el más acertado de Robert Plant de tu anterior post... pues ya me los estás dejando escuchar...

Riggy dijo...

Mi procentaje de fanatismo de Woody anda un poco más bajo que el tuyo...pongámosle un 80%, porque todas todas no las he visto. Estaba un poco desanimado con ésta porque no me parecía que prometiera mucho y las reacciones no estaban siendo entusiastas, aunque pensaba verla de todas maneras. Me he alegrado de leer dos elogios tan contundentes, ahora voy a verla con más ilusión, espero que no me decepcione.

Jim Garry dijo...

Me ha gustado la definición de fantatimso al 90% me identifico con eso. Como a ti, a mi me sucede lo mismo con Neil Young y Woody Allen. Ambos son dos de mis héroes y tienen unas cuantas obras maestras. Por cierto en los ochenta de Woody Allen te olvidas de Hannah y sus hermanas, no?

Has despertado mi curiosidad con Cassandra´s dream. Suelo ir cada año al cine a ver la peli de Allen y rara vez salgo decepcionado aunque para muchos criticos siempre haga la misma peli.

Y siguiendo con el fanatismo, no tengo nigún músico ni cineasta del que me guste todo lo que ha hecho. El que más se acerca es Tom Waits, en cuya discografía no hay un sólo disco prescindible... Perdon por la chapa.

rubén darío dijo...

Riggy, Jim: Ojalá os guste la última de Woody Allen cuando la vayáis a ver, supongo que sí.

Jim: Hannah y sus hermanas sólo la he visto una vez y tengo la impresión de que cuando la vuelve a ver ganará más. A ver un día de estos...
En cuanto a Tom Waits, también me siento algo fanático de su música, me encanta, aunque alguna cosilla no me convence, especialmente The black rider.

Saludos.