domingo, noviembre 29, 2015

LIVE IN 184: EL VARIADO SABOR DE LA DECEPCIÓN

A un mes de que se consuma el año vamos recordando la música nueva que nos gustó y la que no, la que nos sorprendió y la que decepcionó. A la decepción contribuyen factores distintos, casi todos surgidos por las grandes esperanzas puestas en un músico o un grupo que hasta ahora no han tropezado, que llevaban largo tiempo sin aparecer, que han recibido un respaldo crítico general o de los que, por trayectoria y aprecio previo, deseas mucho más de lo que te ofrecen o al menos algo que los haga diferentes, quizá extraordinarios.

Para mí han sido decepciones este año, por estropear mi confiada esperanza o por haberlos encontrado vacíos y perdidos, los discos de The Arcs, Bob Dylan, Chris Cornell, Danny and the Champions of the World, Elvis Perkins, Giant Sand, Israel Nash, Jackie Greene, Leon Bridges, Lizz Wright, Los Lobos, Neil Young, Steve Earle, Sufjan Stevens, Tulsa y Wilco.

LIVE IN 183: THE MILKYWAY EXPRESS, MARDIGRAS 2015

El regreso tuvo una sensación entrañable. Tres, quizá cuatro años hacía que no asistía a un concierto a la sala Mardigras. Se dieron las circunstancias para que el retorno a la música en carne viva fuera anoche con The Milkyway Express y su blues-rock crudo y nervioso. No éramos muchos, quizá los suficientes, 20 o 25 personas no muy ruidosas, la mayoría dejándonos seducir por canciones diabólicas. Los sevillanos crean una atmósfera de polvo y pradera, de locomotoras que cogen velocidad y en su camino hacia el Oeste americano las persiguen bandas de forajidos. En momentos tuve la sensación de que el grupo, con la solidez de su sección rítmica, el desgarro de su pasional armonicista y la solvencia de su entregado vocalista, venía de Arizona y no de Andalucía.

martes, noviembre 24, 2015

BONUS TRACK 154: SLIPSTREAM (BONNIE RAITT)


Pasé de puntillas por este disco hace tres años, quizá por eso no entró en el blog. Lo merecía: otra escucha más entregada y una entrada. Se advierte en Slipstream (2012) la perdurabilidad de los discos válidos para cualquier momento, la firme musculatura de las obras grandes. Porque Bonnie Raitt es un tía bien derecha, de las que te hace callar con su mirada avezada y sus rizos revoltosos, guitarra al hombro y un gesto para que no se te ocurra ni toserle. Entre su generosa discografía Slipstream sucede a trabajos olvidadizos, sobresale imponente como un álbum bien chulo. Hay que sólidos temas de blues rock que lo confirman y cuatro cortes que pasaron por el estudio, los músicos y la producción de Joe Henry: dos temas del Civilians del autor (You can't fail me now y God only knows) y dos con la firma del Dylan de Time out of mind (Standing in the doorway y una cautivadora Million miles). Cuatro muestras que embellecen un formidable disco.

lunes, noviembre 23, 2015

VOLUME TWO 75: HEAVEN ADORES ELLIOTT SMITH


Me interesan los documentales de músicos que más bien me interesan poco. He visto unos cuantos. Siempre puedo encontrar en ellos aspectos que me ayuden a comprender la virtud y el talento que yo no aprecio. Después concedo otra oportunidad a ese músico. Elliott Smith es el personaje documentado en Heaven adores you (2014), film de Nickolas Dylan Rossi que se adentra en la vida y la obra del cantante y compositor, en su entorno, en su frágil personalidad y en su prematura muerte en 2003 a los 34 años, cuya causa (¿suicidio?, ¿homicidio?) está sin resolverse y sigue entre sombras.

No. Smith sigue sin gustarme. Me distancia esa finura quebradiza de su voz y sus canciones, su aire deprimente, como de una vida gris que se apaga. No hallo los destellos de genialidad que en su día le atribuyó una prensa entusiasmada a mediados de los noventa, en medio de otras corrientes americanas más enérgicas de versos nihilistas. El documental complementa bien la propia delicadeza de la música de Elliott Smith, está realizado con atención y parsimonia, descubre al músico tímido que gritó rock alternativo antes de bajar el volumen y comenzar a susurrar canciones de cantautor indie, insiste en tomas urbanas de supuestos lugares que sirvieron de inspiración en la ciudad que lo adoró, Portland, y navega por el complejo cerebro y los titubeantes pasos que lo acabarían por atormentar.
Cantautores como Smith, parco en sonidos y palabras, aparecieron muchos después (alguno de final apresurado también, como Jeff Hanson). Parece ser que él dejó huella y que el muro donde se fotografió para la portada del álbum Figure 8 es objeto de visitas compungidas y velas encendidas. Sigo sin tener compasión y su música, vuelta a ser escuchada, me aburre desesperadamente.

viernes, noviembre 20, 2015

LIVE IN 182: VAN'S PEARLS

Son un bálsamo frente a la crisis de estímulos, un remolino por el que dejarse tragar para volver a salir a flote cuando la música se resiste a despejarse. Se siente uno nuevo y limpio después de escuchar una de esas perlas sin fecha ni tiempo de Van Morrison. Me refiero a canciones largas en las que el león ruge o gime en una esfera improbable de azarosa intimidad, voces que flotan e instrumentos que se distraen para componer una atmósfera disuelta. Cuesta creer que el tipo sea tan fiero, tan desapegado de quienes le admiran, tan antipático. Entraría en su vida, rastrearía sus rincones callados y me embadurnaría de su descuidada genialidad.

A veces vuelvo a purificarme con canciones que no parecen acabar como Madame George, Listen to the lion, TB Sheets, Astral weeks, I'll be your lover too, Almost Independence day, Streets of Arklow, Country fair, Burning ground, Summertime in England, Rave on John Donne, Have I told you lately, Dweller on the treshold… y digo: cuántas gracias Van.

martes, noviembre 17, 2015

I MISS


Los cambios traen nuevas costumbres, rizos que retuercen la vida. Hábitos y acciones se pierden en el camino, parpadea esa luz en el recuerdo, nacen desvíos y recompensas. Los cambios son así, no llevan instrucciones, hay que adaptarse a sus mecanismos y no todos los asimilamos de la misma manera. O no sabemos hacerlo. ¿Cuál es la manera correcta? El sentido común es siempre sabio. Pongamos esfuerzo. En eso estamos, en acostumbrarnos a otra realidad.

Echo de menos un día entero para mí solo. Y otro para nosotros dos. Echo de menos tumbarme una tarde donde sea y tragarme un libro o mojarme de una música que me deleite. Y otra tarde para que leamos juntos o la música nos envuelva. Echo de menos entrar y salir de calles desconocidas, recorrer carreteras y escuchar otras lenguas. Pasear, abrir los ojos y los oídos los dos.

A ver si un día de estos… O una semana de estas.

Y más tarde, los tres haremos todo esto.

viernes, noviembre 13, 2015

SOUNDTRACK 175: LA JUVENTUD

-Dijiste que las emociones están sobrevaloradas. Eso es una estupidez. Las emociones es lo único que tenemos.
Hay cineastas que con la cámara y el envoltorio que adorna las imágenes, pero sobre todo con la cámara y el escenario que encierra en un plano o el movimiento que traza para captar un entorno o acercar y alejar actores, transmiten sensaciones intensas o consiguen que queramos entrar en la película entera o ser parte de sus personajes. Paolo Sorrentino sabe hacerlo muy bien, mover la cámara y atrapar un clima y ofrecérnoslo para penetrar en él. Su cine es reconocible, vaporoso, en ocasiones precioso. Me gustan Il divo y This must be the place; no me gusta tanto su film más alabado y ganador del Oscar a la película extranjera, La gran belleza.
La vejez. Los recuerdos. La rutina. La música. El cine. El arte. El amor. De eso trata La juventud. Si has leído La montaña mágica sentirás, en el balneario de Davos en el que se encierran unos días los personajes y en los planos precisa y preciosamente elaborados de Sorrentino, el pulso ausente de la vida y el espíritu decadente de la novela de Thomas Mann. Michael Caine y Harvey Keitel (inmensos) son dos viejos amigos desde la juventud, director de orquesta uno, director de cine otro, apático de todo uno, atascado en la creación otro, que repasan sus grandezas y frustraciones en ese balneario surreal por el que pasan un actor de éxito, una miss universo, un matrimonio que no se dirije la palabra y el mismísimo estómago grasiento de Maradona. Sale un estupendo Paul Dano, una sensible Rachel Weisz y una arrugada Jane Fonda. Y respiran unas imágenes (montañas, piscinas, plazas inundadas) y sensaciones (un masaje, un baño al que entra una mujer desnuda, un paseo en la pradera) hermosas.

Y la vida pasa. Y todo queda o no queda nada. Ni siquiera las emociones.

INABARCABLE DIVINIDAD

Ya estamos otra vez: provocación al bolsillo, excitación del coleccionista, lujo para el melómano. Continúa la serie, never ending music de los archivos, el 12 de los bootlegs mágicos. Tan tentador, tan vicioso, tan inabarcable. O no. ¿Me basta el doble disco y sus treinta y tantos cortes, o me atrevo esta vez con el formato más completo de 6 cds? Ah, que ahora hay más. ¿Algún talibán extremo comprará los 18 cds que comprenden lo que quedó fuera de aquellos tres álbumes de gloria? Seguro. Dentro hay oro. Relucen tanto algunos descartes, incluso algunos ensayos, como aquello que se grabó en el disco. Y habrá toses, y bromas y risas, y pedos o eructos divinos entre todo lo registrado. Cuando me despida me iré en paz si no he llegado a sumergirme en todo esto; y si lo llego a hacer, supongo que también marcharé en paz.

domingo, noviembre 08, 2015

VOLUME ONE 382: DIVERS (JOANNA NEWSOM)


Las áreas de descanso de nuestras autopistas sonoras también tienen hilo musical. Es un desvío abierto a otra música con la que desenchufar y olvidarse de todo lo demás, de todo. Canta Joanna con su voz de dibujos animados y su arpa vibra en un mundo alejado y de ensueño, lo más parecido a un estado de paz absoluta. Me paralizó con el celestial Ys en 2006, me dejó alucinado su intrincado Have oneon me en 2010 y ahora me vuelve a revolver el pictórico fresco que es Divers (Drag City, 2015). Joanna Newsom es un extraño espécimen, misterioso personaje e inusual artista. Ella y el fantasioso universo que crea con los escorzos de su voz y el artificio de su música. Pide a gritos entrar en sus canciones libre de equipajes, entregado a otra dimensión, una y otra vez.

Nota: 8,5/10

jueves, noviembre 05, 2015

VOLUME ONE 381: IF I SHOULD GO BEFORE YOU (CITY AND COLOUR)


Tropiezo otra vez con este hombre. Detrás de los sustantivos se esconde el canadiense Dallas Green, integrante de la banda Alexisonfire, para mí aún impenetrable. A solas lleva varios años exprimiendo su penetrante timbre como si rebanara susurros en voz alta para crear atmósferas de matices turbadores. Con If I should go before you (Dine Alone, 2015) da la espalda al eco retumbante que dejaban discos anteriores. Y eso que el tema inicial, Woman, se va encendiendo a lo largo de nueve minutos para crear un clima de confusa fuerza embriagadora. Le siguen acertados cortes con vibrantes juegos de guitarras (Northern blues, Wasted love) y armazones bien definidos, alguna pieza olvidable carente de brío y la sensación de que City and Colour ha llegado a su etapa de profunda convicción.

Nota: 8/10

lunes, noviembre 02, 2015

GREATEST HITS 176: FUCKIN’ IN THE BUSHES (OASIS)


No estuvieron en mis conciertos de masas, ni siquiera estuvieron. Yo escuchaba a distancia, entre libros y estudios, aquel fulgurante nacimiento, aquella rivalidad británica, aquellos discos que nos escupían a todas horas. No me volvían loco pero estaban bien. Me decantaba por estos, Oasis, y no por los otros. Aunque parecieran tan imbéciles, aunque lo fueran. Hoy sigo pensando lo mismo. Regreso un momento ahora que veo cómo empezaban sus conciertos a partir del año 2000. Oh, qué deprisa vamos. A veces me vuelven las ganas de estar ahí en medio de la multitud.