miércoles, noviembre 29, 2023

GREATEST HITS 327: SOLSBURY HILL (PETER GABRIEL)

Me he prometido darle una nueva escucha a I/O, el álbum con el que Peter Gabriel ha regresado del mundo de los ausentes, de los olvidados por voluntad propia. Da pereza, y el interés que suscita no es muy alto. Quién se acuerda de Peter Gabriel, podríamos decir. Pero hubo un tiempo en el que el músico inglés, ese hombre con aspecto de místico gurú, de eminencia misteriosa, fue un nombre referencial. Y canciones suyas se le quedaban a uno un buen rato bajo la piel. Como Solsbury Hill. Y eso que, tras salir de Genesis, sus primeros discos rehuían también la facilidad y eran poco accesibles. Este tema en cambio, como en este vídeo grabado en un concierto con escenario circular mucho tiempo después, cuando Gabriel ya no se dejaba crecer el pelo, animaba a subirse en bicicleta y dejarse caer desde las medias y altas colinas.

viernes, noviembre 24, 2023

BOOTLEG SERIES 122: AMOS SINGS LUCINDA


Esta otra semblanza intergeneracional que nos da el capítulo de novedades brinda admiración y agradecimiento a la música de Lucinda Williams. Es Amos Lee el firmante de un álbum que escarba en los álbumes de una autora que en los últimos veinte años no ha hecho sino recibir la reverencia desde todo punto cardinal. Sus discos, salvo alguna reiteración cansina, merecen el encumbramiento de su responsable. Y el tributo es, como ocurre con el de Cat Power al mítico concierto del 66 en el que Dylan exhibió su primera gran transformación para desprecio de sus puristas acústicos, sentido y auténtico, digno de elogio. En Honeysuckle Switches: The songs of Lucinda Williams, Amos canta en la misma clave lánguida y herida de los temas originales (Are you alright, Gert right with God, I envy the wind), haciendo suyas unas canciones que conservan las cicatrices con que las compuso Lucinda. Triunfan ambos por presencia y ausencia, por compartir inspiración creativa.

martes, noviembre 21, 2023

LIVE IN 295: HOMBRES G, 40 AÑOS


Su música es nuestra banda sonora. La del tiempo en que no teníamos de qué preocuparnos, cuando seguíamos los pasos de aquellas chicas los sábados por la tarde. Los pantalones tenían los bajos cortos y dejaban ver el blanco de los calcetines, y las chupas se las pedíamos de cuero a nuestras madres. La adolescencia ingenua, sin pantallas, en el mundo real. Todos teníamos sus casetes, algunos pinchábamos los discos: el del profesor chiflado, el de Burt Lancaster, el del cerdo... Sabíamos de memoria aquellas canciones de chicos y chicas, íbamos a Venecia, al bar, nos soltábamos el pelo (y soñábamos con el sujetador), buscábamos a los chicas cocodrilo, nos flipaba Indiana Jones, lo pasábamos bien. Qué buen rollo David, de eso se trata, de buen rollo, sentirse feliz, divertirse. Y unos 40 años después habéis conseguido que me lo pase muy bien...

Que grite "Sufre mamóoooooon" dejándome la voz en el éxtasis, liberándome por todos los mamoooones del mundo, los que no me roban la chica pero sí la fe. Que me ponga la piel de gallina la garganta de nueve mil personas cantando a la vez que se quiere comprar un jersey a rallas. Que esta noche lo vaya a pasar no bien, sino de puta madre con Hombres G. ¿Y sabéis qué? Que a vuestro fenomenal concierto, a la nostalgia pura, a vuestra alegría y resistencia le supera una cosa esta noche: los saltos y aplausos de mi hijo, los nervios mientras os esperaba, el abrazo que me dio cuando nos dijisteis adiós. Gracias por ser parte de nuestra vida.

viernes, noviembre 17, 2023

BOOTLEG SERIES 121: CAT SINGS BOB


El mérito de la empresa es grande. Su magnitud no admitía caprichos ni frivolidades, vacilaciones ni tropiezos. Pero el homenaje es en realidad un capricho, triunfal eso sí, fiel y respetuoso, sin réplica, con autenticidad propia, un rigor honrado, una devoción pura. Cat Power gana. Bob Dylan también, desde luego.

Ella canta de locura, sin ceñirse a las modulaciones vocales de él, ella misma sin perder la esencia de él. Si estoy en el Royal Albert Hall, qué mejor que repetir aquel concierto incomparable de Londres... aunque se grabase en Manchester hace más de cincuenta años. Ahí va, de She belongs to me en cueros a Like a rolling stone en traje de gala. 

Nada es lo mismo, no busquemos la comparación, encontremos el disfrute de lo inmediato. Podría haber cumplido sin más y perderse en lo irrelevante, pero no, que caigan los elogios. Es Cat cantando a Dylan, y eso hay que hacerlo bien, si no, retírate. Es tierna, es firme, de su voz resbala la seducción de una divinidad.

lunes, noviembre 13, 2023

VOLUME ONE 650: COYOTE (DYLAN LeBLANC)


Retuve a Dylan LeBlanc a partir de su tercer disco, Cautionary tale (2016), con sus pasajes campestres y delicados; me desaté de él al cambiar la orientación del cuarto, Renegade (2019), de barniz pop al que no encontré gracia; y ahora me subo de nuevo a su vagón con Coyote (ATO, 2023), otra plácida aventura por las tierras de la coste Oeste, y, ojo, grabada en Muscle Shoals. No es fácil quedarse con un tema por encima de los demás, todos navegan con fresca languidez por oleajes cristalinos, más acústicos que eléctricos (cálidos cuando les llega el turno), sutilmente acompañados de elegantísimos acordes de cuerdas. LeBlanc, frágil como Neil Young o Ryan Adams al cantar, tiene una fuerza latente (Coyote, Dark waters, Hate, Wicked kind), como la que guardaban los Eagles o Fleetwood Mac en las mansiones californianas.

Nota: 8/10


jueves, noviembre 09, 2023

SOUNDTRACK 276: MUSIC BY THE COMMITMENTS


Fui dos veces a verla al cine (o quizá tres), en aquella sala que hoy es la mejor sala de conciertos de la ciudad. Le daba nombre un genio de las letras de nuestra tierra. Proyectaban entonces la última de Alan Parker, en el 91. Los negros de Europa, los negros de Irlanda, los negros de Dublín. Música negra en cada fotograma. Jimmy Rabbitte y su empresa musical: la formación de una banda de soul con músicos amateurs. Las audiciones, los ensayos, los bolos, los egos, las peleas, las canciones. The Commitments. Salía Glen Hansard en el grupo, y las hermanas Corr en el reparto, escondidas. Aquel año hubo disco con un buen lote de versiones en la voz del vocalista de la banda, Andrew Strong y el respaldo de sus coristas. Lo mejor de lo mejor: Mustang Sally, I can't stand the rain, Chain of fools, In the midnight hour, Slip away... Y después otro volumen, con Hard to handle, That's the way love is, Land of a thousand dances, Nowhere to run... Lujo. A dos euros cada disco en una oferta de lujo también.

BOOTLEG SERIES 120: TRIBUTO A GRAM PARSONS


El tributado no se encuentra entre mis preferidos, se me sigue resistiendo el cósmico jinete del country rock, pero este disco figura en mi discoteca desde aquella vez que salí con él de aquella tienda que tenía un amigo, y la etiqueta con sus 2.985 pesetas aún no se ha despegado de la parte posterior de la caja. Ahí se queda el adhesivo con el logo de la tienda, decorando Return of the grievous angel, el homenaje a Gram Parsons que en 1999 salió al mercado con las firmas de Cowboy Junkies, Whiskeytown, Gillian Welch, Chris Hillman & Steve Earle, Evan Dando & Juliana Hatfield, Elvis Costello, Lucinda Williams, Wilco... La grabación guardaba otros nombres ilustres, como el productor Glyn Johns para coordinar unos cuantos cortes, los siempre impecables Greg Leisz y Benmont Tench para dar brillo a las sesiones, y Emmylou Harris, la antigua media naranja de Parsons para acompañar las voces de Beck y Sheryl Crow. Unos y otros revivieron, con música sobre el lienzo, la figura perdida aunque nunca olvidada de Gram en un digno tributo.

martes, noviembre 07, 2023

SOUNDTRACK 275: MIXED BY ERRY

 

"Yo solo quería ser dj."

Aquella forma de piratería nos pilló de lejos, pero digamos que poco o nada nos importaba: lo que queríamos a toda costa era seguir obteniendo música por cualquier método, cuanto más barata mejor, gratis incluso. En un casete virgen, en un cd virgen. Pinchando un lp y dándole el rec para guardarlo en una cinta, con mejor o peor fidelidad; con una máquina o un programa para copiar un compact disc original tal cual (siempre que tuviera incrustado un anticopy). ¿Que aquello era un delito? Nos advertían, cierto, pero veíamos muy lejos el rastreo, ni nos atrevíamos a temer que alguien fuese a entrar en nuestra habitación con una orden de registro para pillarnos in fraganti. Así que todos fuimos piratas y seguimos grabando. De aquellos piratas de la música trata Mixed by Erry

Esta película italiana, dirigida por Sydney Sibilia, cuenta el caso real de unos hermanos de Nápoles que en los años ochenta se hicieron millonarios con el negocio masivo del pirateo de música. La chispa fue Enrico, Erry, el mezclador de canciones que tenía el sueño de ser dj y que, junto a sus hermanos, volcó sus ambiciones en la venta de casetes grabados con recopilaciones, discos enteros, canciones sueltas y hasta música fresca a los pocos minutos de salir del horno. Entonces había público para ansiar el consumo de música en formatos físicos, para sentirla sin urgencias y en detalle. El éxito de la empresa desbordó el negocio, pero los hermanos supieron adaptarse, nutrirse de maquinaria y seguir proporcionando placer a sus clientes, al tiempo que las autoridades seguían la pista a aquella inesperada, inadmisible fortuna edificada sin necesidad de apretar el gatillo. El film, aunque ligero a veces, discurre con agilidad y se disfruta desde la emoción de la nostalgia.

lunes, noviembre 06, 2023

VOLUME ONE 649: ACCENTUATE THE POSITIVE (VAN MORRISON)


Estos años me lo digo: basta ya, hombre, acabarás agotándome, dejarás de interesarme, me aburrirás, pasaré de ti una o más veces... Pero no. El tipo, erre que erre, me embauca, me atrapa, me reconforta. Cuando se enfada, como de costumbre, y cuando se ablanda, ahora que regresa a la música con la que pasó de niño a joven en las calles y locales de Belfast, el skiffle primero y el rock and roll después. Se acabó el agrio ataque, impera la nostalgia, el optimismo acentuado que transmiten los acordes, los ritmos y las florecientes palabras del rock de siempre, con su vibrante meneo de caderas y su fiebre eléctrica. Van parece reírse.

Accentuate the positive (Virgin, 2023) sale de la máquina expendedora de Mr. Morrison poco después de que lo hiciera Move on Skiffle. Trabajo en serie, rutina infatigable, pureza técnica. Y sí, en lo habitual persiste la emoción. Con Lucille, Shakin' all over, Lonesome train,Sea of heartbreak, Shake, rattle and roll. Van se luce. En breve, seguramente, volveré a pensar que ya es suficiente. ¿O no?

Nota: 8/10

jueves, noviembre 02, 2023

VOLUME ONE 648: ALL THAT WAS EAST IS WEST OF ME NOW (GLEN HANSARD)


Aquel trovador de Grafton Street vive hoy de la música. Para mí siempre será el músico callejero que compone para la gente que pasa, un soñador humilde, el portador de una guitarra que vibra para el escalofrío, la voz que se desgarra para desnudarse. Glen Hansard, el tipo del que me gustaría ser un buen amigo, ha cantado las canciones de su último álbum en pubs y locales antes de grabarlas; ante clientes de paso y parroquianos les dio forma para lograr de ellas una identidad; junto a músicos que llevan tiempo acompañándole dio cuerpo a esas canciones, profundidad y emociones para convertirlas en el mensaje arrebatador de su quinta entrega. Y a excelentes trabajos le sucede ahora una excelencia similar, otro argumento que asienta a Hansard entre los mejores artesanos de la composición.

All that was east is west of me now (Anti-, 2023) es otra notable bandera en el historial. El irlandés errante oscila entre la aspereza y la caricia, la furia y el reposo, lo agitado y la sutileza. Entre nosotros hay música, titula uno de sus temas, un remolino de aguas mansas que el autor remueve para llevarnos al terreno del ensueño. Down on your knees hierve sigilosa, nos sube en un vagón sin destino. Y Bearing witness y Short life conducen el disco a los dominios del éxtasis. Glen, aquí me tienes, fiel.

Nota: 8,5/10

miércoles, noviembre 01, 2023

CHANDLER


No son mis lágrimas, pero me salpican. Siempre tan lejos, lo sentíamos tan cerca. Las risas fueron nuestras, por el sarcasmo, la ingenuidad, un abrazo con Joey, besos con Monica. Aquellos niños grandes en el sofá de su bar. Mientras vivía en la pantalla fue nuestro amigo; un ser herido, perdido, fuera de ella. Quedan siempre, las risas por y con Chandler.