viernes, diciembre 28, 2018

LIVE IN 225: LOS DISCOS QUE MÁS ME HAN GUSTADO

Una decena de discos para recordar con el regusto de este año y la evocación para años venideros. Esto es lo que más he disfrutado en 2018, casi tanto unos trabajos como otros. No se trata de distinguir lo que merece un 7,5 de un 8 o un 8,5, lo que hoy se gana cuatro o cinco estrellas y mañana tres y media o cuatro y media. En el fondo se trata de muy buena música, original o versionada, de aquí de allá y de todas partes... And we like it!

-Amy Helm, This too shall light
-Calexico, The thread that keeps us
-Dawes, Passwords
-Glen Hansard, Between two shores
-Hiss Golden Messenger, Virgo fool
-Jonathan Jeremiah, Good day
-Jonathan Wilson, Rare birds
-Milana, Desierto cicatriz
-The Milk Carton Kids, All the things that I did and all the things that I didn't do
-Sam Phillips, World on sticks

Feliz 2019 a tod@s.

miércoles, diciembre 26, 2018

QUERER MAL

Entre los nombres del año, las personas o personajes que más han dado que hablar en 2018, estará el suyo. El poder del marketing, la fuerza de imágenes y sonidos que crean y explotan un producto de consumo instantáneo. De eso se trata. El eco está ya formado, ahora que dure, que dé aún más que hablar, que venda mallas o lápiz de labios, quizá un bizcocho, que aparezca en las revistas y los programas, en unas cuantas galas, que todo el mundo crea saber quién es ella. Adhesión, indiferencia o hartazgo dirán cuán efímera o permanente es su huella en el universo de la moda y la fama contemporáneas.

Tarde y con mínima curiosidad, pero con atención, escucho El mal querer, de Rosalía. Quiero tener una impresión para no precipitarme a condenarlo o a incluirlo entre las obras magnas. Carezco de referentes para enjuiciarlo del mismo modo en que me siento más capacitado para valorar discos de pop y de rock, así que no me atrevo a ser categórico, aunque estoy seguro de que, según me cuadre, lo pisotearía o arrojaría por la ventana. No solo mi poco aprecio por el flamenco me aparta de este disco, su maridaje con el pop y la electrónica me escuece. Canta la chica, pero ¿sabe cantar? (no la he visto interpretar, cierto, cuando afloran talentos naturales y la música enseña su alma) ¿En realidad importa?

viernes, diciembre 21, 2018

SOUNDTRACK 222: WATERBOYS

Waterboys, la banda de Mike Scott, engrandece esta pequeña película, Waterboys (2016), del cineasta holandés Robert Jan Westdijk. La música de los Waterboys se abre para propagarse por los pliegues de la nostalgia. Siempre me han gustado, y mucho, los Waterboys.

Dos hombres con su vida sentimental hecha pedazos, padre e hijo, comparten viaje por mar y carretera desde Holanda hasta Escocia, adonde el primero acude a promocionar, en Edimburgo, la primera de una popular serie de 17 novelas policiacas con el mismo detective que es traducida al escocés (sic). El padre es juerguista y despreocupado, con bromas que ofenden más que divierten; el hijo, más sensible e inseguro, no deja de ser, en palabras de su padre, un calzonazos. El contraste de costumbres, el peso de la convivencia, los caprichos del amor, desfilan en matices y situaciones ligeras por este film, sin ansias de profundizar pero eficaces en su medida justa.


Waterboys podría ser una película fácilmente olvidable, pero las escenas en que los personajes asisten a un concierto del grupo escocés en un teatro la revistan de una fuerza memorable. En ese momento alguien echa la vista atrás y añora las emociones más importantes de su vida, en la que las canciones de los Waterboys fueron su banda sonora; y alguien mira hacia delante con el escalofrío evocador de la música, mientras el sol vuelve a salir.

jueves, diciembre 20, 2018

BONUS TRACK 200: A PERIOD OF TRANSITION (VAN MORRISON)

Qué grato es reencontrarse con buenos álbumes olvidados de una extensa discografía. A period of transition (1977) es uno de esos trabajos de Van Morrison de los que apenas uno se acuerda. Pasa también con gran parte de su producción posterior, irregular en los ochenta y noventa y mucho más centrada en los últimos quince años, aunque su piloto automático se haya acomodado en una eficiente elegancia que nada apuesta por la variedad, y que seguramente no necesita. Este disco, grabado tras su periodo más largo de inactividad, tres años (en los dos últimos ha despachado cuatro vinilos), sí salta de los terrenos melancólicos del folk rock de sus obras previas (Hard nose the highway, el hermoso Veedon Fleece) a las parcelas calurosas del R&B por las que después navegaría el irlandés en gran parte de sus discos. Lo tenía tan borrado el disco de la memoria que no ubicaba en él a Dr. John en las teclas y la producción compartida, no sentía su ligero aire de New Orleans; como tampoco recordaba que Van the Man, oh milagro, se atreve a sonreir en una de las quince imágenes suyas de la cubierta.

martes, diciembre 18, 2018

BONUS TRACK 199: TENOR CONCLAVE (COLTRANE/MOBLEY/SIMS/COHN)

Mi oído es hábil en distinguir voces y guitarras a lo largo del tiempo y de los discos, en identificar de quién es ese solo o ese riff que alegra, entristece o conmueve un tema musical. Más dificultades tengo en reconocer el sello instrumental de los músicos de jazz cuando escucho piezas aisladas o determinados álbumes. Pongamos por caso que en un mismo disco tocan cuatro saxofonistas con sendos saxos tenores y con sus sonidos entrecruzados en los mismos temas. Quizá a John Coltrane, con su corpórea seguridad, lo puedo distinguir mejor que a los demás. Quizá la finura melodiosa del no tan estimado Hank Mobley es reconocible. A Zoot Sims y Al Cohn los tengo más apartados y no sabría decir de cuál es este o aquel saxo. Tenor conclave, grabado en 1956 por el sello Prestige, reúne a estos cuatro saxos en cuatro temas. La primera portada (mangas de camisa en lugar de trajes oscuros) sitúa a los músicos en el mismo nivel, sin un nombre en letras más grandes que los demás; una reedición posterior, de 1962, la tipografía resaltaba a Coltrane sobre el resto, los cuatro con traje y corbata. La obra, a caballo entre el cool y el hard bop, es una delicia, con una cumbre como How deep is the ocean? ideal para bucear en las aguas del ensueño en el cierre del repertorio.

lunes, diciembre 17, 2018

GREATEST HITS 216: CANCIONES QUE ME HAN GUSTADO

Llego al final de este año algo apagado musicalmente. Sin alicientes, desganado, y no en las mejores condiciones para entregarme a nuevas escuchas detenidas o a repasos discográficos. Pero no quiero olvidarme de muy buenas canciones disfrutadas estos meses. Son temas que aparecen en BUENOS discos, pero NO los mejores de 2018 para quien continúa alimentando este blog.

-I get weak, Amos Lee
-Woman, Cat Power
-What makes you happy, Edie Brickell & New Bohemians
-Hammer ring, Doyle Bramhall II
-Tucumcari, Goodnight, Texas
-Mama proud, Jess Williamson
-All the way to the river, John Hiatt
-Oracle of the maritimes, Neko Case
-The only thing worth fighting for, Rosanne Cash
-Straight Street, Ry Cooder

miércoles, diciembre 12, 2018

BONUS TRACK 198: THE DARK SIDE OF THE MOON (PINK FLOYD)

Nunca he tenido a Pink Floyd en mis altares, aunque alguno de sus discos y, sobre todo, canciones merecen una justa adoración. Con The dark side of the moon (1973) no caben discusiones: hoy me sigue pareciendo un álbum de extraordinaria ejecución que conserva su poder de asombro y -lo que considero más elogiable- su capacidad para transmitir la trascendencia de la creación musical. Vuelvo a este disco, que podría haber sido grabado en cualquiera de las últimas cinco décadas, porque uno de sus temas consigue hacer fascinante un trailer de la última película de Alfonso Cuarón, la unánimemente aclamada Roma. The great gig in the sky, con su crescendo de voces femeninas en éxtasis apocalíptico, es uno de los cortes sublimes de The dark side of the moon, la obra con la que Pink Floyd dejaron atrás sus inquietudes psicodélicas para ocupar el escalón de las bandas mayores llamadas a crear una marca. Disco concepto, disco uniforme, de una belleza templada y adornada, disco arte.

domingo, diciembre 09, 2018

BOOTLEG SERIES 69: AMERICAN TREASURE

Sí, un tesoro auténtico. ¿Americano? Universal. Habría llamado a este legado póstumo Un tesoro universal. La raíz de la música, los genes líricos, la actitud y el carisma del intérprete y cuanto se quiera advertir bajo y sobre la superficie de estas canciones suelen asociarse a la cultura americana, pero pertenecen a la humanidad. Música sin bandera ni nación. Los camaradas Mike Campbell, Benmont Tench y Ryan Uliate, con el beneplácito familiar, se encargaron de reunir parte del material inédito o apenas difundido de su jefe Tom Petty, solo o con sus fantásticos Heartbreakers, en la caja recopilatoria An American Treasure, comercializada un año después del fallecimiento del músico de Gainesville. El tesoro, con grabaciones en directo, versiones descartadas, temas desconidos, canciones tal cual fueron grabadas en álbum y alguna rareza de las décadas de los setenta, ochenta, noventa y dos mil, cada una comentada por Campbell y Tench, reafirma la condición de Tom Petty y su banda como emblema capital de la música americana y glorioso patrimonio de la humanidad. Su música aún sigue con nosotros.

viernes, diciembre 07, 2018

GREATEST HITS 215: TE SIGO SOÑANDO (DEPEDRO Y LUZ)

No retengo demasiadas canciones españolas, lo reconozco, en ese espacio de la memoria que guarda versos, estrofas o melodías que nos acompañan para conservar vivencias y recuerdos, personas y ambientes. Quizá alguna de hace décadas, frases y ritmos sobre negras flores y escuelas de calor. Pero siempre que escucho esta canción la repito en las horas siguientes en la intimidad de la voz baja o callada. Depedro / Jairo Zavala me cae muy bien, es un guitarrista excelente que no presume ni de su talento ni de la suerte que tiene. Sin él, estoy convencido, Calexico seguiría siendo una gran banda pero perdería bastante. Te sigo soñando es una canción que siempre gana. Y aquí con Luz Casal, también, y mucho.

 

martes, diciembre 04, 2018

BOOTLEG SERIES 68: THE STRANGE

Mi conocimiento del rock balcánico es muy limitado. El primer grupo que me viene a la mente es The Bambi Molesters, una formación croata que practica el surf-rock con la que tropecé hace varios años en su divertido disco Sonic Bullets 13 From the Hip. En él tocaban Peter Buck y Chris Eckman invitados por el grupo, allá por 2001. El músico de The Walkabouts vivió una temporada en la capital eslovena, Ljubljama, donde pasó tiempo con los miembros de Bambi Molesters. Unieron fuerzas y con el nombre The Strange grabaron un disco en 2004, Nights of forgotten films, al que le sigue, catorce años después, Echo Chamber. En una etapa en la que me cuesta encontrar y celebrar estímulos musicales siento recuperar latigazos de excitación con este álbum de Eckman y sus amigos croatas. Sigue salpicando oleaje surfero, atmósferas misteriosas sobre raíles sin estilos ni destinos determinados, ensaladas sonoras aliñadas con sabores que se repiten en el paladar. Un poco de Walkabouts, finuras rockeras y algo de Calexico hacen suculenta la receta.

sábado, diciembre 01, 2018

VOLUME ONE 489: WARM (JEFF TWEEDY)

Jeff Tweedy, ese hombre que hoy parece un oso o un ajado lugareño (en aspecto y voz me resulta inevitable no pensar en un Neil Young desaliñado y sin amparo), arrastra la sombra y el eco de Wilco allá donde lleva su propia música. Al margen de su banda, Tweedy ha grabado música impredecible y esquiva, de aparente simpleza pero con giros, rincones y complejidades que encierran poco apego a lo convencional. Como Wilco en realidad, ya digo, que no sabes por dónde van a salir ni en cada disco ni en cada canción, casi siempre brillantes en su esencia inclasificable. Warm (dBpm, 2018) es el nuevo trabajo del autor en solitario, el primero con material original, con el apoyo de su hijo en la percusión y unos pocos músicos distintos a los de su grupo, aunque el baterista Glen Kotche encuentra algún tema para sentarse. 

El disco, creado a partir de los malos tragos por los que ha pasado Tweedy en la familia (fallecimientos y enfermedades), ofrece refugio en sus canciones reposadas, elaboradas con parsimonia en torno a suaves cuerdas acústicas y expresivas guitarras eléctricas tocadas de madrugada a la luz de una hoguera en el bosque, de finas extravagancias tan del gusto del músico. A veces parecen revivir los Wilco de A.M. y Being there, otras veces los temas se digieren como esbozos de piezas que con el grupo al completo alcanzarían el momento de estallar pero prefieren resguardarse. Warm es cálido y tranquilizador, una experiencia interior que exige empatía. Yo la encuentro.

Nota: 7,5/10