jueves, septiembre 30, 2010

VOLUME ONE 221: THE SUBURBS (ARCADE FIRE)

Parecen los bastardos repudiados de una comuna, con ese aspecto siniestro y autocomplaciente. Me recuerdan a aquellos chicos del maíz de Stephen King. Un grupito de modernillos cool huidos de los bosques canadienses realmente inteligente, de ideas lucidas y resultados brillantes. No lo dudo porque lo he comprobado, primero con el fantástico Funeral (2007), después con el acertado Neon bible (2004) y ahora con el celebrado The suburbs (Merge, 2010), un disco agraciado por la crítica en un lado y en otro, en medios de una corriente y de otra. Quizá no es para tanto, que se hace largo, pero este álbum sí deja unas cuantas huellas, marca un territorio en el recuerdo de una música que acabas de escuchar y que te invita a acudir a ella pasado poco tiempo. Yo he dejado pasar un par de meses y me he vuelto a conectar a The suburbs, el último trabajo de Arcade Fire. Con su extraña teatralidad, su retorcida grandilocuencia, su desorden armonioso, sus desvíos retro, que esta vez recuperan a Blondie. Y sus pedazo canciones: The suburbs, Ready to start, Modern man, We use to wait, Sprawl II.


Nota: 7/10

martes, septiembre 28, 2010

GREATEST HITS 91: IT MAKES NO DIFFERENCE (THE BAND)

Llevo unos días sin escuchar discos por diversas razones, ni música nueva ni música vieja, sólo algunas canciones sueltas bendecidas por la grandiosidad de los genios. Porque llega un momento, y quizá sea éste, en que conviene bajar de los altares las emociones que sentimos siendo más jóvenes, cuando hablar de música y vivir la música nos empujaba a cruzar los límites de la razón o a confundir el juego con el riesgo. Disfruté de esta canción hace años, y ahora la saboreo mejor, con el regusto de la madurez y al darme cuenta de lo mediocre e imperecedera que es la música que nos salpica en nuestros días. Allí estaba Scorsese grabando la despedida en un concierto épico, y Rick recogiéndose en sí mismo, y Robbie mimando su guitarra. Y una banda inmensa.


sábado, septiembre 18, 2010

GREATEST HITS 90: GET ON THE ROAD (TIRED PONY)

Los supergrupos se prodigan y la unión de talentos e inquietudes similares o distantes no siempre es provechosa ni elogiable. El resultado de estos encuentros acostumbra a carecer de definición, su orientación no halla explicación con palabras. Le ocurre a Tired Pony, donde sorprende que sea Gary Lightbody, del temible grupo Snow Patrol, quien comande la aventura. Se apuntan Peter Buck, guitarrista de REM, Richard Colburn, batería de Belle & Sebastian, y colaboran M. Ward y Zooey Deschanel, entre otros músicos. El disco que firma la banda se llama The place we ran from (Polydor, 2010) y contiene esta extraordinaria canción, pura crema con la que me estoy empapando: Get on the road.


VOLUME ONE 220: YOU ARE NOT ALONE (MAVIS STAPLES)


Se avecinan sabrosos lanzamientos. Antes de Neil Young, Ronnie Wood o Robert Plant le quito el plástico a Mavis Staples, destapo de nuevo a esta encantadora mujer y me dejo tragar por la confortable frondosidad de su soul entrañable, el gospel remozado y la voz pura, vibrante y sana a los 71 años. En su Chicago natal, donde empezó a cantar cuando era niña junto a su padre y sus hermanas, ha hecho migas con Jeff Tweedy, convertido aquí en el acertado productor de You are not alone (Anti-, 2010). El líder de Wilco se pasea a gusto por las pistas con las cuerdas y las voces de apoyo y le compone a esta gran abuela un par de canciones deliciosas, sobre todo la que da título al disco, preciosa, de las joyas de este año. El resto del álbum está cubierto por piezas tradicionales adaptadas y algunas composiciones de Randy Newman o John Fogerty. La oferta es jugosa y el plato, más que satisfactorio. La sabiduría no pierde energía, no se desgasta.


Nota: 8/10

domingo, septiembre 12, 2010

BONUS TRACK 85: OTHER VOICES / FULL CIRCLE (THE DOORS)


Mi fiebre juvenil por The Doors se agotó tras la muerte de Jim Morrison, es decir, le di la espalda a lo que el grupo grabó como trío en los dos años siguientes. La música que guardaron en dos álbumes más tampoco era fácil de conseguir, ni siquiera en EEUU estaba editada en cd, aunque sí había ejemplares en algunos países europeos en formato de dos discos en uno. Ahora es más probable y sencillo obtenerla. Entonces tenía pocas referencias sobre estos dos trabajo, tampoco tengo más ahora. Y en ellos me he encontrado con unos Doors descafeinados, pero para nada desorientados.

Other voices y Full circle llegaron en 1971 y 1972. El sello del grupo, Elektra, y la propia banda financiaron los discos, derivados de la música compuesta para L. A. Woman especialmente, sobre todo porque en el primero se mantiene el gusto por las largas estructuras y por los ambientes descritos en Riders on the storm. Manzarek y Krieger se encargan de las voces y el conjunto guarda la integridad del grupo como cuarteto pese a añorarse el carisma y la voz de Morrison. Hay temas mayúsculos como Ships with sails o Wandering musician. Funciona bien. Full circle se abre a la experimentación, con desvíos hacia el jazz, al progresivo y a los paisajes exóticos o tropicales con la simpática canción The Mosquito. Intervienen muchos más músicos en la empresa. Es una curiosidad estimable pero inconsistente. En el fondo The Doors ya no tenían mucho más que decir, por eso tras este disco cerraron el taller.

Años más tarde Manzarek y Krieger pelearon contra el paso del tiempo y se abrazaron a la nostalgia bajo los nombres The Doors of the 21st Century, D21C y Riders on the storm con más que loables actuaciones.

martes, septiembre 07, 2010

SOUNDTRACK 100: WHEN YOU’RE STRANGE

Tom DiCillo es un cineasta como mínimo interesante. Antiguo montador de las primerizas obras de Jim Jarmusch, se ‘independizó’ de su mentor para comenzar a cultivar una filmografía como director puntero del cine indie americano de los años noventa, aunque su chispa se perdió enseguida. Tras las muy recomendables y divertidas Vivir rodando (1995) y Box of moonlight (1996), sólo Delirious, una década más tarde, recuperó su airada vena lúcida con una ácida sátira del mundillo del espectáculo y de su caprichoso jugueteo con la fama. Combinando con trabajos en la televisión, en los últimos años ha firmado el documental When you’re strange (2009), como el título de la canción de The Doors, porque del mítico grupo trata este documental.


Narrado por Johnny Depp, When you’re strange no depara mucha más información sobre la banda que la numerosa bibliografía al respecto ya recoge. Los episodios más célebres, así como la gestación del grupo, su vertiginoso auge y también su decadente ocaso, y, por supuesto, la compleja, extraña, seductora e irrepetible figura de Jim Morrison aparecen bien repartidos por el metraje, sugerentemente acompañado de numerosas imágenes de archivo muy poco habituales y casi nunca vistas. Pero, para mí, ver este documental no sólo me ha reencontrado con una música única y sin fecha de caducidad que acompañó mis años de juventud gracias al biopic de Oliver Stone, sino que me ha regalado un pequeño viaje de imaginación, esforzándome por estar allí, por aquellos años revueltos que la enigmática y calurosa música de los Doors tan bien ilustra.

viernes, septiembre 03, 2010

LIVE IN 92: THE RYAN O’REILLY BAND


Como cientos y miles que se muestran por los cauces diversos de la Red, en redes sociales y páginas personales, las vías para darse a conocer, quién sabe hasta acabar cómo y dónde. Y también en la calle, en las avenidas atestadas de turistas y habitantes. Me tropecé con ellos en Portobello Road, tocando sus sencillos instrumentos una mañana de sábado, percusiones básicas y tiernas acústicas. Vendían su cd en directo, una grabación en el local Half Moon de Londres grabada el año pasado. Así tan natural, con dos imágenes en blanco y negro y un disco virgen desvirgado guardados en un plásticos. Nos dejamos las cinco libras y escuchamos sus bonitas canciones. Aunque no lleguen muy lejos, a mí me llegan cerca. The Ryan O’Reilly Band.