domingo, octubre 31, 2010

VOLUME ONE 223: MAYHEM (IMELDA MAY)

No hace falta inventar nada para que la música nos siga deparando nuevos buenos momentos, incluso sorprendiendo con la irrupción de lo previsible aunque decorado con el fiable gusto por lo clásico. Imelda May lo consigue, una chica que se ha ganado mi respeto con la aparición de segundo álbum, Mayhem (Decca, 2010), tan sugerente y sabroso como su debut. Sigue la irlandesa muy mona y enérgica, segura de voz y de carácter, con paso firme al saltar de un tema a otro, al acariciar el country, rozar el jazz y siempre abrazarse al rockabilly. Rock N Roll sencillo y directo, sin más adornos que los necesarios, bien diseñados por una contundente sección rítmica al servicio de una cantante bien armada con dinamita. Hasta una versión improbable del ochentero tema rock electrónico de los ochenta Tainted love se convierte en un buen tema rockabillero nada desechable.

Nota: 8/10

GREATEST HITS 93: MIND GAMES (JOHN LENNON)

Esta es la escena: me monto en un autobús nocturno y me espera casi una hora de viaje porque hay un atasco del demonio en el centro y las furgonetas de policía suben y bajan en esta noche de Halloween poblada de bichos extraños en la calle y gente que ni por asomo se quiere marchar aún a casa. Y me acompañan los pensamientos y Mind games, una canción que tenía olvidada y que me hace admirar a John Lennon, al músico aquel que asesinaron hace treinta años, al músico del que ahora reeditan sus discos, al músico, no al tipo que quizá ahora, de seguir vivo, quizá nos pareciera tan loco como el desequilibrado que le disparó. Hermosa canción del álbum del mismo título de 1973 sobre la paz y el amor, sí paz y amor, lo que muchas veces nos parece cursi si se lo oímos proclamar a un cantante en su medio de expresión, pero lo que todos deseamos de verdad, paz y amor.


Mind games.

miércoles, octubre 27, 2010

GREATEST HITS 92: YOU ARE NOT ALONE (MAVIS STAPLES & JEFF TWEEDY)

Una y otra vez sin cansarse. Encantadora. Desnuda, con las cuerdas y los murmullos de su garganta. Dos generaciones, un mensaje: no estás solo/a. (Espero verla el mes que viene, sólo unos metros delante de mí) La canción del año.


sábado, octubre 23, 2010

LIVE IN 96: SE ME HACEN LARGOS LOS DISCOS

A los que hemos madurado con la aguja desde el momento en que cae sobre el vinilo hasta que se vuelve a levantar, y años después con el láser desde el primer segundo hasta el último, nos sigue venciendo más la tentación de tragarnos un disco completo que nos interesa que sólo una o dos de sus canciones, las que hemos oído que son las sobresalientes o las dos primeras incluso, si es que tras ese primer contacto el panorama no parece muy prometedor. Por eso cuando quiero conocer algo lo quiero digerir sin cortes, de un bocado si es posible… Pero no sé que pasa que los últimos discos recientes por los que he apostado agotan su fuerza en pocas canciones y se desinflan como globos sobados o se quedan sin gas como las botellas de champán abiertas. No es que fueran imprescindibles los últimos trabajos de Kings of Leon, Belle and Sebastian o KT Tunstall, pero al menos no se marchitó mi curiosidad por darles una nueva oportunidad. Pues eso, dos canciones apreciables en cada disco y el resto no me provoca más que cansancio, aburrimiento. Y no digamos esas decepciones sobre las que no he querido profundizar (Plant, Young, Olson).

¿Debo preocuparme?

miércoles, octubre 20, 2010

LIVE IN 95: PERO, QUÉ MALOS

Ahora me suenan tan simples, pero en ese sentido que le damos a lo que nos da pereza escuchar por desfasado y anticuado. Mientras mejoro mi dominio del inglés, algunos profesores amenizan las clases con un poco de música a la hora de hacer ejercicios individuales o colectivos. Uno de ellos escogió The Beatles, en concreto las canciones de los primeros discos, aquellas alegres frivolidades de 1963 y 1964. Oh dios, ¿soy el único ahora al que le entran ganas de mandarlos al carajo? Pero, ¿qué tuvieron de especiales estos mocosos de flequillo largo que lo revolucionaron todo? Hacía tiempo que no escuchaba aquellos temas fáciles, banales, ñoños, de sencilla composición y aún más básica instrumentación. Pero fueron The Beatles, vaya, aparecieron en el momento oportuno para agitar las consciencias sin proponérselo, levantar un imperio de popularidad incalculable y volver locos a los jóvenes. Y a los que ya no lo somos tanto nos cuesta volver a disfrutar de algunos ecos del pasado. Después, los chicos de Liverpool se dejaron barba y aquello ya fue otra cosa.

martes, octubre 19, 2010

MELODIAS PARA SIEMPRE

Eso que dicen, ya sabéis: que se puede cambiar de trabajo, de casa, de coche, de mujer, de hábitos… pero nunca se puede abandonar una pasión (a no ser que el trabajo, la casa, el coche y la mujer sean tus pasiones). Entre voces que desprenden calor con acentos que me suenan extraños, hay idiomas comunes. Sonidos fluyen de un lado a otros, flotan aromas distintos, el cuerpo se contagia de otro ritmo, adquiere un mecanismo más despierto y te obliga a no detenerte, a no bajar del vagón, pero siempre te deja unos segundos de calma para absorber una melodía, una música que te suena cercana e íntima en los altavoces de una tienda de música, o la llevas contigo en el bolsillo de la cazadora a todas partes. Y te acuerdas de tantas cosas que tampoco puedes abandonar.

sábado, octubre 16, 2010

LIVE IN 94: ABBEY IN LONDON

Ahora no estoy para centrar mi atención con detenimiento en la música que todos los días me acompaña, aunque no tardaré en retomar esta rutina. De todas formas, siempre hay tiempo, por apretado que parezca el día y por muchas ocupaciones que se acumulen, para prestar los oídos a cualquier voz y a cualquier instrumento. En el transcurso apurado de las primeras horas de mi nueva situación y gracias al incuestionable buen gusto y la incalculable ayuda de Fernando, me acoge el canto doliente y cálido de Abbey Lincoln, fallecida hace semanas a los 80 años. Una leyenda de jazz. Fina, tierna, frágil, sensible, hermosa. Reinterpretándose en su último trabajo, firmado hace tres años, o rememorando a Billie Holiday sobre un escenario, su música me da la bienvenida en estos momentos de exploración y gratitud.

martes, octubre 12, 2010

EN MITAD DE ALGÚN MOMENTO (LONDON CALLING)

Todo tiene un límite que exige decisiones drásticas. Cambiamos para no estancarnos, para crecer, para desconectar, para olvidar… y en cualquier momento, a cualquier edad. La vida sigue pero podemos continuarla por diferentes caminos. Cambiaremos, aunque haya cosas que nunca cambien. Allá voy una temporada a ver qué pasa. Seguiré por aquí de todas formas.

LIVE IN 93: DON’T GIVE UP ON ME… ENORME DESCANSO

Ahí se quedó, en la pista de aterrizaje, poco antes de sentarse en su trono. Iba a tocar en una sala con nombre de paraíso en Europa. Con 70 años. Y él no pertenecía más que el lugar que la música reserva a sus dioses. Nunca lo vi y me hubiera gustado mucho. Pero siempre lo llevaré conmigo.



viernes, octubre 01, 2010

VOLUME ONE 222: MEAN OLD MAN (JERRY LEE LEWIS)

La tradición es una garantía. El apego a la esencia, a la autenticidad, no defrauda a nadie. Por eso música como la que recoge y mima Mean old man (Verve Forecast, 2010) es tan bien recibida. Vuelve (nunca se ha ido) Jerry Lee Lewis, el killer con las balas guardadas, el Clint Eastwood del rock n roll, como dice un amigo, algo exagerado a mi entender. Y cómo vuelve el maestro, con una escuadra de colaboradores de mil reverencias: Keith Richards, Solomon Burke, Mick Jagger, Eric Clapton, Robbie Robbertson. Slash, Gillian Welch, Sheryl Crow, Kris Kristofferson, John Fogerty, Ronnie Wood… (y no, menos mal, no se ha colado Costello), colegas de toda la vida. Lejos del aura crepuscular con que Rick Rubin barnizó las últimas voces de Johnny Cash, Jerry Lee, sentado o no a sus teclas, prefiere iluminar y revestir viejas canciones de country, blues y rock n roll bajo la producción elogiosa de un titán como Jim Keltner, el batería de tantos y tantos músicos que, por supuesto, aquí también agarra las baquetas para demostrar su maestría rítmica. Por fortuna, para superar el mal trago de las últimas decepciones (Robert Plant, Neil Young), he aquí un genuino discazo.


Nota: 8/10