sábado, agosto 30, 2014

VOLUME TWO 68: JOHNNY CASH & CO.


Haber entrado en la discografía de Johnny Cash a saltos (no toda, es demasiado gruesa), sin orden cronológico pero con cierta coherencia, me ha permitido situarlo en un espacio más bien templado entre esos músicos de eco perdurable y legado artístico agraciado. Resumiendo: admiro un par de discos grabados entre mediados de los sesenta y los últimos ochenta; las actuaciones carcelarias en Folsom y San Quintín tienen su gancho; y sin duda enmarco y saco brillo a sus últimos trabajos, esas colecciones en blanco y negro del hombre de negro viejo vitaminizado por Rick Rubin pero cada vez más próximo a la tumba; de hecho, el volumen que lleva por título The man comes around me parece una obra sublime. Johnny Cash, así lo veo yo, tiene una importancia notable en la cultura musical americana, pero yo discuto el atractivo de una buena parte de su obra.
Su herencia, construida con muchos discos y constante inmersión en las raíces de la música y la cultura americanas e impulsada por una fuerte personalidad que lo convierte en el personaje de una jugosa biografía, ayudan a consolidar su figura emblemática y su peso referencial. Por eso con el tiempo, y más tras su muerte, han ido apareciendo infinidad de colecciones, homenajes, reediciones, libros o grabaciones recuperadas de dudosa calidad (este mismo año). Es reciente la revisitación de su disco Bitter tears a cargo de una reunión de buenos músicos como Steve Earle, Kris Kristofferson, Gillian Welch, David Rawlings, The Milk Carton Kids o Nancy Blake en el tributo Look again to the wind, que deja un poso escalofriante de íntima nostalgia.

jueves, agosto 28, 2014

EL GUITARRISTA


Su guitarra es su voz. Es una persona callada. Como el escritor que se expresa mejor con su pluma y se frustra y se azora cuando las palabras habladas no le dejan decir con exactitud lo que siente, él rompe el silencio y se hace entender cuando sus dedos dan sonido a una guitarra. Solo en la terraza de su apartamento o frente a una audiencia de varios cientos de personas. En la furgoneta de la banda camino de algún bolo en un lugar perdido o en el sofá raído de un sucio camerino. Que sepan quienes lo observan y escuchan lo que hay detrás de la expresión de su rostro, lo que esconde en el corazón, el mensaje que encierra la música de una canción, el sentimiento que embarga al guitarrista. Se obstina en que cada emoción tenga su correspondiente sonido de guitarra, en probar una y otra vez variedades diferentes de sonidos nacidos del contacto de los dedos con las cuerdas y que encajen con un sentimiento, un gesto o un movimiento. Como el cocinero que prueba todos los ingredientes de su despensa y calcula con rigor las dosis y los tiempos de cocción hasta dar con la receta perfecta para un nuevo plato. Quiere que una guitarra ría o llore, que coja un berrinche, que le duelan las entrañas, que entre de puntillas en una habitación, se sostenga en el aire como una hoja de otoño desplazada por el viento antes de caer sobre la hierba húmeda, le traslade al verano cuando es invierno o al invierno cuando es verano. Es un libro en blanco si sus manos están vacías, si sus dedos no se deslizan por el mástil de una guitarra acariciando las cuerdas, mimándolas como a una criatura de su propia sangre.

sábado, agosto 23, 2014

FREE MUSIC


Tiempo sin cadenas. Voces en el aire que llenan los vacíos. Baladas afroamericanas, lágrimas negras al borde de la zanja y dedos despellejados en las cuerdas de una guitarra vieja. Ahí está el truco, sin ello no hay sentido. Déjate llevar. Dormir, nadar, tumbarse a leer, limpiar, descansar, pasear, practicar y explorar otra lengua, escribir, mirar el mar, escuchar música. Espíritus gentiles para perderse y volverse a encontrar.

miércoles, agosto 20, 2014

GREATEST HITS 162: TELL ME IF YOU WANNA GO HOME (KEIRA KNIGHTLEY)


Ayer era blues (sigo enraizado en el polvo y el cielo abierto por un tiempo), hoy soy un rato pop. Pop sin posturas, natural, bien arreglado, recién salido del horno. No importa que ande en pañales si no le tiembla la voz. Es de esa peli tan fresca que recuerdo con tanto agrado, con canciones para comenzar de nuevo y compartir escuchando ambos de los mismos auriculares o en la misma dirección hacia un lugar en el que nos encontremos a gusto. Dime si quieres ir a casa.

domingo, agosto 17, 2014

LIVE IN 162: BLUES AT NIGHT


La música es de todos y es nuestra, sobre todo nuestra, personal, late dentro de los contornos de nuestro cuerpo. Y pertenece a un momento. Ayer llorabas con una balada rock, hoy con un lamento blues, mañana con una pieza electrónica. Hay música para cada uno de nosotros. Hoy, hace un momento, yo era blues.
De regreso del primer día de trabajo tras las vacaciones, de un horario de cierre que llegó hasta casi la una de la madrugada y de un paseo con el perro, me planté ante la pantalla para revisar cosas e historias mientras escuchaba una de esas compilaciones que la Red me regala: un volumen del sello Smithsonian Folkways que guarda la riqueza musical americana, el pulso de sus raíces. Con el estímulo de un licor junto a mi mano izquierda, me dejé llevar por la magia orgásmica de la música pura, humana, preciosa: Classic African American Songsters. Con tipos viejos y muertos que ya conocía (Reverend Gary Davis, Leadbelly, Mississippi John Hurt), con otros de los que nunca había oído hablar (Peg Leg Sam, Snooks Eaglin, Marvin Foddrell).

Hoy soy blues.

viernes, agosto 15, 2014

MÚSICA PERFECTA


Nos silencia el rumor turquesa de las olas y la belleza ardiente del horizonte. Unos apoyan solos sus codos en la balaustrada, otros rodean los hombros de su pareja, estos detienen su paseo con el perro, aquellos interrumpen su lectura. La vista al frente. El sol, testigo eterno y empequeñecido, allá insignificante, allá poderoso, desciende bostezante hasta que el mar lo esconde para el día siguiente. Son tres minutos de magia cotidiana sin precio. La música retiene el momento. Buena música, desde luego, aunque ahora me parece que estas canciones de Jonathan Wilson son lo más parecido a la perfección inalcanzable que tan lejos todos divisamos. Mañana es otro día. Mañana nacen otras vidas.

lunes, agosto 11, 2014

VOLUME ONE 337: MUTINEERS (DAVID GRAY)


Hay músicos a los que dejas a un lado un rato largo como si no tuvieran nada más que ofrecerte y sin que logren captar tu atención de nuevo, pero cuando reaparecen sin que lo esperes les concedes el beneplácito que un día les diste y que aún hoy mantiene su validez. David Gray es para mí uno de estos casos. Ninguno de sus discos, y van nueve desde 1993, es extraordinario, aunque casi todos contienen hermosas y perdurables canciones. White ladder (1999) y Life in slow motion (2005) diría que son sus obras más notables.

Con Mutineers (Iht Records, 2014) regresa un David Gray sobrio, refinado, heredero constante de los climas y paisajes del Van Morrison más apegado a la tierra. Last summer y Birds of the High Arctic son los bellos temas de esta entrega. Creo siempre que este músico británico debería ser menos británico y mojarse con el riesgo, experimentar fuera de corsés y gestos reconocibles (aires y melodías de nostalgia, orquestaciones melancólicas), aunque la fidelidad a su fórmula bien trabajada y honrada me sigue agradando.

Nota: 7/10

BOOTLEG SERIES 38: ROO & THE HOWL Y EATEN BY DOGS


Hasta hace pocos días de nada me sonaban estos grupos: Roo & The Howl por un lado, Eaten by Dogs por otro. La Red tiene portales para todos los oídos y estómagos e Israbox, con su continuo caudal de música diaria, a menudo presenta rarezas anónimas con escuetas referencias estilísticas que te animan a probar el producto. Me atrajeron las dos portadas tan distintas de estos discos de debut y me aventuré en lo desconocido.

Roo & The Howl tiene al frente a un chica de Colorado, Bekah Wagner, y a una buena banda detrás en el álbum Me / We. Lo que en el arranque me pareció un discreto disco indie rock (ciñámonos a esas etiquetas orientativas) del montón con discreta protagonista vocal se fue convirtiendo con el paso de los temas en un más que digno trabajo de grupo bien compenetrado con riqueza instrumental y solidez melódica. Con Eaten by Dogs, trío country blues de australianos de Melbourne y esa colorida cubierta resacosa de su disco homónimo, me esperaba alguna broma agitada, pero me encontré con un reposado disco de paisajes desérticos y profundidad vocal que muy bien hubieran podido firmar los primeros Felice Brothers

Desde aquí mis recomendaciones a quienes merecen ser escuchados.

sábado, agosto 09, 2014

LIVE IN 161: ELLA Y ÉL


Estación musical fuera de servicio. Casi cinco días sin escuchar un disco nuevo. Reposo, paseo, comida, playa, puerto, campo, fotos y carretera. Al regreso… ¿por dónde continuar? Llega una brisa antes de tiempo, voces y melodías siempre bien recibidas. Vale esta, la de este tema que tanto me entusiasma en la versión de Rod Stewart. Zooey y Matt.

lunes, agosto 04, 2014

MORE TODAY THAN YESTERDAY


Es tan fácil decirlo… tal y como lo sentimos. Si alguna vez lo fue, es mucho más que una frase publicitaria. No nos la creemos si alguien la dice en la saga Crepúsculo o en una estúpida novela de Nicholas Sparks. No lo sienten solo los jóvenes que se acaban de enamorar y no viven hasta que llega la hora del encuentro siguiente. Lo decimos todos cuando de verdad lo sentimos. Afortunados quienes lo decimos todos los días.

Es el título de una canción: Hoy más que ayer. “Te quiero más que ayer pero no tanto como mañana”. La escuché hace mucho tiempo en una película. Aquella melodía, aquella música, me parecen hoy bonitas pero lejanas. La frase no tiene edad, no tiene límites. La canta un grupo de esos que no llegó a más de un single y un disco al que pierde la memoria: Spiral Starecase. Volví a escuchar el tema hace unos días, de casualidad. Es tan fácil decirlo, pensé otra vez.

Yo te lo digo todos los días. Hoy con esta canción. Te quiero más que ayer, menos que mañana. Para ti.

domingo, agosto 03, 2014

SOUNDTRACK 154: BEGIN AGAIN… LA MÚSICA Y LA MAGIA


La música… que del roce de una cuerda, la pulsación de una tecla o el golpe en una caja acompañando una voz desnuda nazcan sonidos y crezcan melodías… tiene magia. Dos escenas de Begin again, ahora en nuestros cines, transmiten a la perfección esa magia única y poderosa de la música. Un milagro en nuestras vidas, la música. Acabada la película de John Carney, el autor del también cuento musical Once, sales pletórico de la sala, quieres bailar en la calle y ser parte de una canción. Id a verla. Por esas dos escenas maravillosas que unen la música con las personas. Por las canciones que canta Keira Knightley. Por un fenomenal Mark Ruffalo. Por New York. Por la música.

viernes, agosto 01, 2014

VOLUME ONE 336: HYPNOTIC EYE (TOM PETTY & THE HEARTBREAKERS)



Dejas que el disco avance, que la mecha se mantenga chispeante con Red river y All you can carry, que la música vibre en Forgotten man y se vaya acercando hacia el final, de subidón con U get me high y de placentera expiración con Shadow people. Y te tienes que decir: por algo eres grande tío, por algo sois de los mejores entre los muy buenos. Bravo. El bueno de Tom Petty y los buenos de sus Heartbreakers te regalan otro disco fantástico. Cojonudo.

Como si no les costase esfuerzo alguno, así de fácil y de bien. Hypnotic eye (Reprise, 2014) podría figurar en cualquier década, después de Hard promises o antes de Echo. Sus temas se grabaron en los últimos cuatro años, después del no menos fabuloso Mojo, pero Tom y la banda no los han juntado hasta ahora. El álbum enchufa guitarrazos de campeonato y estribillos melodiosos. El sello eficaz, la garantía eterna, de Tom Petty & The Heartbreakers.

Nota: 9/10