lunes, julio 30, 2018

SOUNDTRACK 215: THE END OF THE F***ING WORLD


Una pareja a la huida, dos inadaptados, dos incomprendidos, violencia al margen de la ley. Con estos ingredientes se han armado películas, y algunas series, desde remotos tiempos (El demonio de las armas, Bonnie & Clyde, Malas tierras, Amor a quemarropa, Thelma & Louise…). Una variante reciente de este arranque argumental la ofrece la serie británica del año pasado The end of the f***ing world, ocho episodios de 20 minutos que parece que esperan ahora (ojalá) una segunda temporada. Una pequeña joya que retuerce los tópicos y sale airosa del riesgo de caer al vacío gracias a sus macabros planteamientos, una juguetona puesta en escena y unas gotas de desconcertante humor negro combinadas con inevitable ternura.

James (Alex Lawther), un adolescente solitario, siente la necesidad de matar a alguien. En su mundo cerrado irrumpe Alyssa (Jessica Barden), una chica agria e insolente de su misma edad, con la coraza dura y el corazón frágil, una víctima propicia para que el chico dé comienzo a su faceta criminal. Su encuentro, su escapada de entornos familiares en los que son ignorados, la ingenua atracción que uno siente por el otro, un sangriento asuntillo que los sitúa al margen de la ley y la peculiar indagación policial en su búsqueda van dando forma a una serie deliciosa.

jueves, julio 26, 2018

SOUNDTRACK 214: CHARLIZE Y LAS MADRES. TULLY

Hace seis años el personaje interpretado por Charlize Theron en la película Young adult inspiró un post de este blog sobre la madurez. Hoy la actriz y la guionista y el director de aquel film (Diablo Cody y Jason Reitman) dan forma a otro post a propósito de otro largometraje igualmente singular y revelador, con más carne y juicio que el que promete su idea argumental: Tully. El motivo, la maternidad. Marlo (de nuevo en los rasgos y emociones de una admirable Charlize) acaba de dar a luz a su tercer hijo y, agotada por las obligaciones familiares y las prisas de las rutinas diarias, recurre a una niñera nocturna, Tully (una vitalista Mackenzie Davis), para que alivie las cargas de sus atenciones y pueda descansar.

El truco en el que se ampara el film, sutil e inteligente y a la vez conmovedor, va más allá de la pirueta narrativa: sirve para ahondar en los tragos por los que pasan nuestras madres, en los cansancios que minan su paciencia y en la dedicación que en el hogar hay que rendir a los hijos, madres y padres, los dos unidos. Tully crece pensando en ella, pensando en quiénes fuimos y en quiénes nos hemos convertido. Dan ganas de abrazar y no soltar esta maravillosa película.

viernes, julio 20, 2018

LIVE IN 222: BRIAN, CHRIS Y NORAH… EN RONNIE SCOTT’S

Algunas de las emociones relatadas y compartidas en esta bitácora no se han vivido en ‘flesh and blood’, pero lo que transmiten desde la distancia tiene tanta fuerza y poder de empatía que por momentos las sentimos en vivo. Por el local de Ronnie Scott, en el corazón del Soho londinense, han pasado muchísimas celebridades del blues y el jazz. Actuar allí da prestigio, y el prestigio, tarde o temprano, conduce a Ronnie Scott’s. En septiembre del año pasado tocó el trío de Norah Jones, la formación escogida por la autora para intepretar su último álbum, Day breakes. En la batería, Brian Blade, y con el bajo, Chris Thomas, ambos integrantes de la Brian Blade Fellowship y presentes en ese disco. Norah en las teclas, cálida y de porcelana. El conjunto, de una elegancia contagiosa, ofrece un íntimo y extraordinario concierto, ahora comercializado en DVD y Blu-ray. Tres personas en comunión sublime con el jazz y el blues, sobre el exquisito tapiz rítmico de Blade y Thomas, en la voz y el piano reconfortantes de la inconmensurable Norah Jones. Aquí, siempre, un defensor.

martes, julio 17, 2018

VOLUME ONE 476: BACK ROADS AND ABANDONED MOTELS (THE JAYHAWKS)

El tercer álbum de la segunda mitad de la carrera de The Jayhawks, tras el paréntesis creativo que va de 2004 y 2010, es un doble regreso a momentos del pasado. Por un lado, Gary Louris recupera canciones coescritas en distintos años con otros autores pero nunca grabadas por su propia banda; por otro, la interpretación de la mayor parte de los once temas de Back roads and abandoned motels (Legacy, 2018) devuelve al grupo a los luminosos días de Tomorrow the green grass (1995) y Rainy day music (2003), con sus melodías delicadas y la evocación a la nostalgia, especialmente cuando canta Louris, quien en esta ocasión cede la voz también a Karen Grotberg y Tim O’Reagan. El disco, apartado del moderado atrevimiento que supuso el sensacional Paging Mr. Proust (2016), se abre y se cierra con dos tríos de piezas espléndidas, sello natural de una banda apegada a su esencia compositiva, sin fechas de caducidad.

Nota: 7,5/10

viernes, julio 13, 2018

VOLUME ONE 475: ALL THAT RECKONING (COWBOY JUNKIES)


A algunas bandas, según cuán apegados estemos a ellas, no les pedimos que se aparten de su fórmula. Si lo hacen, tenemos reservas ante tal atrevimiento, que puede dar buen resultado; si guardan fijación a su estilo, confiamos en un nuevo acierto. Con Cowboy Junkies me inclino por esperar lo que hasta ahora me han dado y casi nunca me llega la decepción. Tras seis años de silencio y una sucesión de sombríos discos salpicados de sugerentes pasajes (cuatro volúmenes titulados The Nomad Series), acaban de grabar All that reckoning (Latent, 2018), un álbum que ofrece lo que se puede esperar del grupo de los hermanos Timmins, quienes tras más de 30 años de carrera mantienen intacta la formación. Climas apagados agitados por guitarras trémulas, profundidad evocadora y la voz adormecida de Margo como efecto hipnotizador. Nada sobresale, nada falla. Me lo podría confundir con cualquier otro buen disco de la banda. Este último está bien.

Nota: 7/10

SOUNDTRACK 213: MITOS ROTOS


Hoy voy a romper a Marlene Dietrich. Una presencia atrayente e intimidante más que una buena actriz. Nada es intocable. La razón, una estúpida e imposible película de Josef von Sternberg de 1931: Fatalidad.

Tiempo atrás veía mucho cine, incluido cine antiguo, o clásico, como se quiera llamar. Con los años lo fui dejando a un lado, atraído por otras cinematografías y autores y argumentos. A veces vuelvo al cine clásico con motivo de algún film no visto que creo que merece tenerse presente. Y alguna de esas veces me equivoco en la elección. No sé el motivo exacto, pero ese cine lejano, viejo y hoy inconcebible (por sus planteamientos y su narración, más que por cualquier otro aspecto) me parece hoy ridículo e insultante. Fatalidad es un ejemplo.

Sternberg hizo de Dietrich una poderosa estrella con trazos de mito. Ella, además, tenía fuerza en los rodajes y daba órdenes a los operadores para iluminarla de la manera más atractiva, desprendiendo ese poder de seducción que cautivaba tanto a hombres como a mujeres. En su día me gustaron otras obras de Sternberg como Marruecos y El ángel azul, pero Fatalidad es una vergüenza de película.

Voy a spoilear para que os déis cuenta (y no perdáis tiempo viendo este film). Ella es una bella prostituta reclutada como espía por el servicio secreto austríaco para obtener información de los rusos, así que consigue enloquecer a unos cargos pardillos de los que obtiene información y a la vez siente debilidad por uno de ellos. Su actuación se basa en caminar, fumar y posar con orgullo y chulería, abriendo mucho los ojos, bajando la mirada o moviéndola a los lados sin mucha expresividad. Al final del film es ejecutada en una escena bochornosa: en su celda está impecablemente vestida, peinada y maquillada y pasa las últimas horas tocando un piano que le permiten tener dentro; la llevan al patíbulo como si fuera a una boda, un soldado se niega a fusilarla y mientras hace un alegato contra la pena de muerte a ella le da tiempo a retocarse el carmín de los labios y a ajustarse una media, justo antes de que los demás le disparen varias veces, sin que, por supuesto, se vea una gota de sangre. Delirante.

martes, julio 10, 2018

GREATEST HITS 209: SHE'S GOT YOU (RHIANNON GIDDENS)


Músicos contemporáneos ayuda a sacar a la luz y a reivindicar el legado olvidado de músicos de otros tiempos. Patsy Cline cantó este tema una vez. Nunca le presté mucha atención. Murió joven, a los 30 años, envuelta en el aura legendario de quien, como otros de los suyos, pierde la vida en el aire, en un maldito accidente de avión. Jessica Lange protagonizó un biopic metida en ella, Sweet dreams. Rhiannon Giddens la recupera en esta hermosa canción. She’s got you.