sábado, julio 31, 2010

VOLUME ONE 217: 100 MILES FROM MEMPHIS (SHERYL CROW)

La tuve a dos metros de mis narices (de mi nariz, porque sólo tengo una), quizá por eso me cae demasiado bien. Ella acababa de llegar entonces y yo era un mocoso universitario. Y me puso, la verdad, tan cerca, descarada la tía, con un guitarrista y una bajista de primera, la muy… provocadora, sin maquillaje aquel día. Salí contento de aquel concierto de Sheryl Crow, entonces presentando su primer disco. Buen disco, desde luego, en el 93. Ha pasado demasiado tiempo, o no tanto, depende de lo que se haga simplemente. Sus tres primeros álbumes son realmente buenos de verdad. Después, la mediocridad, tres álbumes más con más pena que gloria. Y ahora, 100 miles from Memphis (A&M, 2010), con el lunar en el mismo lado de la boca, el izquierdo, y la tía que se sale, la Sheryl. Discazo el que se ha trabajado la chica, con Doyle Bramhall III en la producción y las guitarras y unos músicos de campeonato (hasta Keith Richards y un tributo a Jacko), desde luego. Está que se sale la nena, prodigiosa nada más comenzar con Our love is fading y pletórica en la versión de Sign your name o en temazos como Sideways o 100 miles to Memphis. Me gusta Sheryl Crow.


Nota: 8/10

viernes, julio 30, 2010

VOLUME ONE 216: LIKE THE WOLF (A JIGSAW)

Si veis esta imagen u oís hablar de esta música, no lo dudéis, dadle una escucha, regaladle unos minutos de vuestro tiempo a un trabajo verdaderamente reconfortante, luminoso, alegre, vivo. Yo los acabo de conocer. A Jigsaw, de Portugal. Seguro que si me pongo a hablar con ellos, con Joao Rui, con Susana Ribeiro y con Jorri, acabo construyendo el armazón de una amistad, hermanados unos con otros por nuestro gusto y admiración por Iron & Wine, por Giant Sand, por Mark Lanegan, Calexico, Old Crow Medicine Show, Lambchop, Willard Grant Conspiracy y otros artistas de estilo y generación similares. Me consta que haríamos migas con el lenguaje universal de la música. En Like the wolf (2009), cuya edición uncut (con más temas) ha llegado a mis manos, hay un poco de todo eso. Y todo eso cariñosamente conjuntado, con una pureza que sabe marcar distancias con respecto a las influencias, con la convivencia de violines y armónicas al servicio de una colección deliciosa de canciones, bendecidas algunas por estados de euforia (Red pony) o cubiertas por inquietantes atmósferas (My blood). Me alegra comprobar que todavía puedo disfrutar del placer de descubrir hallazgos exultantes como éste.


Nota: 8/10

martes, julio 27, 2010

VERANO EN LA PIEL

El verano de ahora ya no es el de la infancia, ni el de la adolescencia. Pero el verano lleva cosas encima que se niegan a que el tiempo las entierre o las cambie de aspecto, de forma o de sensación. Ahora veo a los bañistas como no los veía antes, el sol calienta más que entonces, los cuerpos lucen más desnudos, las terrazas están más repletas de gente y las calles de paseantes y los helados ya no son tan baratos como antes, aunque hay más variedad y quizá están más sabrosos. Lo que aún queda y siempre quedará es el olor de la piel bañada por el sol, cubierta de salitre y mezclada con los restos de crema de protección para antes o después de tumbarse en la toalla. Tengo ese olor en mi piel. Y también en la tuya, en tus hombros rojizos y descubiertos que me reciben una tarde de verano. Cuando te veo y cuando no.

RECONCILIACIÓN

Conviene darle un margen a la decepción, al enfado, a la rabia o al temor. A todas las emociones, al fin y al cabo, porque nada perdura. Podemos retomar lo nuestro, nena, lo absoluto también tiene fecha de caducidad. Intentémoslo de nuevo, vale que sea paso a paso, cada cierto tiempo y con la seguridad de saber que nos encontraremos con una sonrisa en nuestra cara, yo en la tuya y tú en la mía. He vuelto a reír. He vuelto a abrazarte.

lunes, julio 19, 2010

VOLUME TWO 51: ALICIA

Nada de lo que conozca de ella me hace desconfiar de Alicia Keys. Me cae bien para empezar. Con su éxito precoz, su aprendizaje tan evidente, su habilidad compositiva, sus encadenados vocales, su acompasada evolución y su belleza pausada. Me inspira tranquilidad y cierta ternura esta chica, este bombón (no conozco otro piropo contemplativo que le venga mejor) del r&b del siglo XXI.


A los veinte años irrumpió en el mercado, en las listas de éxitos y en las galerías de premios. Pronto demostró que no era una cara bonita, que podía desenredarse las trenzas y ganar algún kilo sin caer en la comodidad ni en los vicios de la popularidad. Se ganó unos cuantos amigos y frecuentó más escaparates con los que agrandó su fama. La tiene, claro, y una creciente fortuna, pero no parece que presuma de ella. Y al correcto Songs in A minor le sucedieron dignas colecciones de temas, arrimadas al funk y al rock también en As I am (2007). No one, una canción antológica de este disco, me enganchó a ella definitivamente. En The element of freedom, su siguiente trabajo (2009), confirmó su mayoría de edad, por si había dudas. Tiene a Stevie Wonder y a Prince en sus código genético. Y tiene además el estilo Alicia Keys bien definido, limpio, sereno, sólido, con emotivos estribillos y sinceras interpretaciones. Así crea canciones, no pocas, que encogen los sentidos.


martes, julio 13, 2010

LIVE IN 90: PEARL JAM (LISBOA, 10-7-10)

Nos marchamos del concierto, haciéndonos espacio para avanzar entre unas 40.000 personas, con la impresión de que nos dejan. Que se separan, decían algunos; que se toman un descanso largo pero volverán dentro de unos años, más tiempo esta vez, pensamos otros. Porque Eddie, adorado por la sencillez tan directa con que lidera una banda o hace al público cantar, por cómo lee unas frases en un idioma que no es suyo o por cómo se deja la voz en cada tema, avisó pronto de que el concierto, el último de su última gira, iba a ser también el último en mucho tiempo. “Pero mientras, vamos a pasarlo bien con el rock and roll”. Y claro que lo conseguimos. Imposible no hacerlo.

En mi tercer concierto de Pearl Jam, en el Optimus Alive 2010 en Oeiras, Lisboa, disfruté algo menos que las otras veces (malditas masas de gente), pero no me sentí defraudado y la compañía que tuve fue excelente. Porque eché de menos algunos temas (Crazy Mary, State of love and trust), pero me alegré por escuchar por primera vez otros (Smile, In hiding, Wishlist). Tuvo la función un tono nostálgico, un sabor a despedida que relajó el repertorio y que conmovió al fan, muy dado esta vez a corear demasiado las canciones. Sublimes estuvieron, entre varias, Black, Release, Even flow o Daughter.

Quizá se marchen un tiempo, quizá tarden en volver a sacar un disco y echarse de nuevo a la carretera. Llevan veinte años haciéndolo y todo tiene un límite marcado u obligado por el cansancio. Dentro o fuera, en casa o en sobre cualquier escenario, Pearl Jam siguen siendo… enormes.

miércoles, julio 07, 2010

SOUNDTRACK 99: MIÉNTEME (1ª temporada)

La verdad no se puede disimular, pero el acto de mentir entraña el arte de engañar, el placer, si cabe, de disfrutar del éxito de una trampa. Contra esas artimañas surge la figura de Cal Lightman, un sagaz e infalible científico y antropólogo que hace de su don para descifrar el significado de la gesticulación humana el oficio al que recurren los gobiernos, las agencias de investigación o las grandes empresas para detectar la mentira o lo que esconden los actos más peligrosos que cometen las personas. Así toma cuerpo cada episodio de Lie to me (Miénteme), una entretenidísima serie de intriga e investigación por la que me he dejado seducir gracias al buen ojo de un buen telespectador.

El esquema narrativo no difiere mucho del que tiene CSI, por ejemplo, es decir, planteamiento impactante, rapidez en el desarrollo y algún que otro giro sorprendente antes del desenlace. Lo que hace muy atractiva la serie Miénteme es, por un lado, la variedad de escenarios en los que se desarrollan los casos (embajadas, altas esferas, el propio gobierno, entornos terroristas, el ejército…); por otra parte, la debilidad del ser humano plasmada en argumentos retorcidos y gestos personales comunes con significados universales (odio, ira, vergüenza, temor, rabia, compasión, afecto…); también la tensión creciente que cubre cada episodio, tanto en las tramas criminales como en las relaciones personales entre los protagonistas principales; y además, el carisma encantador de un tipo como Lightman en los rasgos confiados, perspicaces, sobrados y hasta chulescos de un espléndido Tim Roth. Con su séquito ayudándole, secundado por una bellísima Kelli Williams, este fenomenal personaje, un sabio que juega a ser Dios, hace del estudio del comportamiento humano una intriga apasionante.

domingo, julio 04, 2010

VOLUME ONE 215: BKO (DIRTMUSIC)

Va despejándose de nubes el panorama, será que ha llegado el verano y soplan aires de confortable calidez y se abren cielos limpios. Porque cae en mis manos otro buen disco del año de la mano de Dirtmusic, el trío que hace un par de años crearon Chris Eckman, Hugo Race y Chris Brokaw, y que acaba de publicar su segunda y sabrosa experimentación. Se llama BKO (Glitterhouse, 2010), iniciales de Bamako, la capital de Mali, adonde se han ido a grabar tras entablar amistad y compartir ensayos y sesiones con una joven banda de tuaregs llamada Tamikrest en una edición pasada del conocido Festival del Desierto celebrado precisamente en Mali. El resultado presenta ahora esa camaradería, con Dirtmusic y sus territorios atmosféricos engalanados con apropiados y nunca excesivos ropajes de música africana, guitarras puntiagudas o crispadas y percusión enigmática. El disco se pega a la piel por el calor que transmite, por la adicción que levantan preciosos temas como Collisions o Bring it home o descargas más enfurecidas como Ready for the sign o este inicial Black gravity.


Nota: 8/10

viernes, julio 02, 2010

CONVERSACIONES (EMPACHO DE TI)


Hablamos. Ese placer. (Empacho sin indigestión). Una vida que se apaga. Otra que no sabe adónde va. O dos. Tuviste tiempo para pensar, postrada en la isla de tu río entre vistazos al libro que siempre llevas. Pero luego, ¿qué? Lo difícil es arriesgarse, dar el paso, el gran salto, aunque no sepamos con seguridad que al otro lado está lo que realmente queremos. Podemos equivocarnos… ah, esa es la cuestión. Mientras, vamos a resistir un poco más. Un mes, dos, puede que hasta que termine el verano. Hacía días que no te veía, por eso me parece que estás para empacharse de ti, para comerte y explotar. Todo tú y nada más.