domingo, septiembre 29, 2013

VOLUME ONE 305: DREAM RIVER (BILL CALLAHAN)


Me dura varios días el asombro y el placer. Se lo debo a Bill Callahan y a su Dream river (Drag City, 2013). Un discazo colosal.
Ojo, no es fácil sintonizar de inmediato con su atmósfera. Por el tono aletargado de la voz, las palabras arrastradas que parecen recitadas y no cantadas, el aire adormecido en el que se suspende la música. Donde Nick Cave pone la furia incluso cuando descansa, Bill Callahan se lo toma con parsimonia. Yo conecto entre la segunda y la tercera escucha. Entonces es cuando me dejo llevar, sumergido en el remolino tranquilo y enigmático por el que fluye su música climática. La riqueza de detalles instrumentales (congas, flautas, percusión, cuerdas malabares) va descubriendo capas prodigiosas de música y dibujando canciones extraordinarias (Spring, Ride my arrow, Summer painter). Dream river me anima a consagrar a Callahan, a recuperar su fértil obra anterior con Smog. Y a celebrar su solemne genialidad.

(Willard, ¿le darás otra oportunidad?)

Nota: 9/10

miércoles, septiembre 25, 2013

VOLUME ONE 304: FROM HERE TO NOW TO YOU (JACK JOHNSON)


A tipos majos y músicos valiosos como Jack Johnson (diría lo mismo de Josh Rouse, JJ Cale o Terry Callier) no les pedimos que cambien demasiado, más bien que sean fieles a sí mismos. Lo que hacen, lo hacen bien, corren riesgos mínimos y no tropiezan, se ciñen a un estilo que los identifica y consolida. Mientras que de otros que no se desmarcan una gota de su fórmula me canso pronto, me ocurre que de Jack Johnson no me harto pese a que me vuelva a ofrecer más de lo mismo. Porque From here to now to you (Brushfire Records, 2013) es una muestra más de lo agradable que suena esa música cercana y amistosa del surfista hawaiano.

De nuevo las canciones nacen de la misma playa, al cobijo de las palmeras después de una sesión de surf, dejando que el día se agote y la madrugada acoja las últimas notas, una nueva grabación con guitarras acústicas y percusión reconfortante. Los temas son sencillos, frescos, bonitos, acarician el oído. No puede fallar, en absoluto, un álbum que empiece así…

“Te conseguí, conseguí todo, te he conseguido. No necesito nada más que a ti. Conseguí todo, te he conseguido”

… no se me ocurre nada mejor que dedicarte, nena, jiji.

Nota: 7/10

martes, septiembre 24, 2013

GREATEST HITS 151: OH! NO NOT MY BABY (ROD STEWART)


Rod se apunta a las rarezas. Aparcado su serial de standards americanos, recuperado para la composición de nuevas canciones y alentado por su jugosa y prometedora autobiografía (‘negro’ mediante), acaba de lanzar un doble álbum de extrañezas (no todas) donde aparece una versión primeriza, con la letra diferente, de la maravillosa Maggie May. Yo me quedo con esta otra delicia, un éxito de la factoría de Carole King y Gerry Goffin para el que travieso Stewart posó así de hortera en un lejano y entrañable video clip.

LA CIMA DEL MUNDO



Un día en la vida, al menos, te sientes atrapado entre las montañas, tragado por la insignificancia, bendecido por la naturaleza. Yo estuve allí, dices, y nada te lo va a quitar. Apagas el motor en una curva, gritas en el silencio sin que nadie te oiga, te sientes en la cima del mundo, al alcance del cielo si levantas las manos.

sábado, septiembre 14, 2013

VOLUME ONE 303: AM (ARCTIC MONKEYS)


El presentimiento se cumplió: este es un muy buen disco. Dejémoslo así. Pasado el tiempo y llegados al quinto disco, apruebo a los Arctic Monkeys. No les hallé nada para celebrar en los primeros álbumes, tampoco al girarse con discreción hacia el stoner al firmar el tercero. El single de AM (Emi, 2013), Do I wanna know?, destapó una esencia turbia y atractiva y a continuación, tras esa bruma climática, zas, un notable en el expediente.

El disco, y ahora el grupo, me remite a The Black Keys con El camino. Directos al meollo, sin rodeos, con gancho y unos coros que crean adicción (puede que sobren en alguna canción). El segundo, tercer y cuarto tema se desatan, se acomodan en ese stoner tibio y desahogado que recrudece al grupo. Flojea la cosa con el quinto y sexto cortes, prescindibles. Se enternece con el séptimo. Y desde el octavo hasta el final ahí tenemos un recta final brillante, más sutil, más sobrada. No sé si aún son críos. No lo parecen. Y en directo este disco tiene que flipar.

Nota: 8/10

VOLUME ONE 302: SONGS FOR MARY (CLEM SNIDE)



Eef Barzelay me conmueve. En la delicada manera de navegar por sus canciones y penetrar en las letras y las historias se distingue la virtud loable y auténtica de un músico que interpreta con letras mayúsculas. Hay una nostalgia suspendida que protege la superficie de la música de Clem Snide, que la hace íntima. Se encuentra también en las canciones de Songs for Mary (2013), una extraña propuesta surgida de la recopilación de canciones personalizadas que pidió el músico a sus fans para que él luego las interpretase. Le llegaron 150 y escogió 10, editadas en un álbum sin sello que parece más de su cosecha en solitario que del grupo. El resultado es irregular, aunque elogiable. Se acerca a un compendio de temas y argumentos herméticos, confesionales, tristes, pero que esconden una belleza crepuscular sencilla de matizar.

En Eef advierto además, y me entusiasma, una íntima expresividad en el sonido de las guitarras que acompañan a las letras, la habilidad para dar con la nota, el sonido y el lamento precisos que requiere cada palabra. Ocurre en este último trabajo, inferior a los anteriores pero de todos modos recomendable.

Nota: 6/10

miércoles, septiembre 11, 2013

VOLUME TWO 63: SHERYL CROW



Un pequeño tributo a Sheryl, por cariño lejano y añoranza. Acaba de grabar disco, el décimo, Feels like home. Es flojo, un par de temas al menos lo levantan hacia el final. Pero es poca cosa.

Veo a Sheryl Crow siempre cómoda en lo que hace, convencida de sus apetencias y apuestas… al margen de la impresión que cause, del sabor que me deje. Sus buenas amistades no la han hecho desvariar ni echarse a perder. Pero la línea de su carrera va subiendo y bajando en la montaña rusa de mis preferencias rockeras: fenomenal en Tuesday night music club y The Globe sessions, discreta en C’mon C’mon, anodina en Detours, de nuevo estupenda con 100 miles from Memphis, ahora plana con su último trabajo, más castizo y de aires country.

Pero ahí está, no le falla la voz ni la belleza. Cuántas voces sin personalidad de contemporáneas y sucesoras se apagan y olvidan, cuántos rostros se han marchitado. Uno de sus grandes temas para recordarla en sus mejores momentos, allá por el 99 en Detroit.

domingo, septiembre 08, 2013

VOLUME ONE 301: THE WORSE THINGS GET, THE HARDER I FIGHT, THE HARDER I FIGHT, THE MORE I LOVE YOU (NEKO CASE)



El día en que Neko Case cumple 43 años yo le regalo la escucha de su último disco. Por partida doble. Y pasaré por caja. “Cuanto peor se ponen las cosas, más duro lucho, cuanto más duro lucho, más te quiero” (Anti-, 2013)… no puede encerrar nada malo semejante título, desde luego que no. Me gusta mucho esta mujer, no le patina ninguno de sus siete álbumes. El séptimo la mantiene imponente, la voz firme y alta, el eco largo y profundo de Neko.

Se disfrutan sus extravagancias: un tema a capella con leve compañía vocal en el que manda a un tipo ‘que se aleje de ella de una puta vez’, otro corte que parece cantado desde el interior de un submarino, una versión somnífera de Nico. Son un lujo la jugosa variedad de guitarras e instrumentos de viento encajados con sutileza y maestría. Y se celebra que por el estudio pasaran sus amigos de Calexico para dejar su marca reconocible en un buen puñado de canciones. De ellas me acabo quedando con un par de maravillas que engrandecen este disco: Calling cards y City swans. Bravo.

Nota: 8/10

miércoles, septiembre 04, 2013

BOOTLEG SERIES 30: ANOTHER SELF PORTRAIT, 1969-1971 (BOB DYLAN)



Los dylanófilos nos entregamos a la práctica de nuestra religión, de un modo que no dedicaríamos a cualquier otro músico, cuando nos caen del cielo renovadas oraciones. En 2013 hay más, nuevas selecciones de un filón inagotable. El volumen décimo de las series oficiales de bootlegs rescata los tres años que van incluidos entre 1969 a 1971 en los que Dylan rompió con su productor, se agazapó en Woodstock, flirteó con el country, cambió el timbre de voz al cantar y grabó un disco extraño, una broma de sutil cinismo titulada Self portrait.

El doble cd Another self portrait (un cuádruple de lujo se escapa de los bolsillos modestos) reúne temas inéditos descartados en aquel disco y en New morning, versiones alternativas sin sonorizar debidamente de sus álbumes de aquella época, demos de piezas más antiguas y un par de cortes en directo de la actuación en la isla de Wight con The Band. Son rarezas que nos fascinan, ya digo, material extra regalado que escudriñamos como arqueólogos como no haríamos en el de casi ningún otro gran músico. Así jugamos a escarbar en la impenetrable creatividad de nuestro Bob, a intuir lo que pasaba por su mente.
No es cuestión de comparar este Bootleg Series con los nueve anteriores, todos contienen sabrosísimo repertorio y no todos sentimos debilidad por la misma etapa dylaniana. En Another self portrait hay algún corte en los que canta verdaderamente mal o que está mal grabado. Entre los inéditos destaca Tattle O’Day y Working on a guru. Entre las versiones alternativas son tan buenas como las originales las de Alberta, If not for you, Copper Kettle y Days of 49. Larga vida.

GREATEST HITS 150: LET IT RAIN (BADLY DRAWN BOY)


El 'chico mal dibujado' suele trazar en sus libretas rasgos bien derechos, unas bonitas acuarelas. Sus discos, de difícil inclinación dentro del cambiante y caprichoso espectro del pop, contienen muestras de ello. Dos o tres magníficos temas sobresalen en cada uno. El año pasado le puso música a una película de esas que ya no se estrenan en una sala de cine como dios manda: Being Flynn, la adaptación de una novela autobiográfica sobre refugios para 'sin techo' y lazos familiares perdidos. Un duro pero esperanzador relato, con Robert De Niro y Paul Dano encabezando el reparto. Los créditos finales arrastran esta hermosa canción que Badly Drawn Boy desliza en sus labios junto a Angie Pollock. El montaje visual de cielos, mares y aves reclama el frescor de la lluvia. Let it rain.