lunes, octubre 01, 2007

VOLUME TWO 32: MARLANGO & LEONOR

Alguien escribió una vez que “este es un mundo lleno de Leonor”. Después alguien cantó que “este es un mundo lleno de Leonor”, un mundo de belleza suprema entre nubes en movimiento y cuerpos itinerantes, escondida en los placeres cotidianos y condensada en gestos y figuras que el ojo del observador inconformista con alma de esteta moldea en la intimidad de su imaginación. Esa hermosura escrita y cantada, sin fuegos artificiales, tuvo como inspiración a la actriz española Leonor Watling, un ser humano de naturaleza extraordinaria, la que yo aprecio en las segundas miradas y en los detalles invisibles. No puedo, por tanto, borrar rastro alguno de cariño al valorar cualquier manifestación pública que nazca de las condiciones interpretativas, musicales o cinematográficas, de Leonor. Pero ello no impedirá que pueda fruncir el ceño o torcer los labios por que esta mujer se quede a veces a medio trayecto de lo que intuyo que desea transmitir o de lo que yo espero que ella me transmita. Por ejemplo, cuando despierta a su grupo musical Marlango, una formación a la que ningún periódico de tirada nacional concedería un reportaje de una o dos páginas enteras si tuviera a otra vocalista al frente.

Mirarla es adorarla, escucharla no. No me gusta cómo canta, pero sí me gusta la música que hace Marlango, probablemente por el talento compositivo que atesoran sus dos escuderos, Alejandro Pelayo y Óscar Ybarra, más músicos de profesión. No le quitemos parte de responsabilidad a la escritura creativa y a los espejos en que se mira Miss Watling para esforzarse por resultar cercana y cálida. Aun así, lo siento, Leonor, te veo lejos y ojalá pudiera sentir contigo el calor en mis oídos y a través de mis nervios. Pero no.

Tampoco en el tercer disco de Marlango, The electrical morning (Universal, 2007), siento el chispazo que en ocasiones sí me enchufa la simple contemplación de la actriz en una película (Hable con ella, En la ciudad o A mi madre le gustan las mujeres). De sus tres trabajos me guardo el segundo, Automatic Imperfection (2005), bien interpretado hace casi dos años en un concierto de grato recuerdo en Santiago. La música de Marlango no debería confundir a los recelosos críticos y oyentes que, como bien apuntaba Diego Manrique en un artículo reciente en El País, ya no toleran que las discográficas y las emisoras les vendan a vocalistas de voces tiernas con escobillas y suaves saxos de fondo como las nuevas doncellas del jazz. No, ni siquiera Marlango suena a ese jazzy tramposo y programado pese al empleo de saxos, trompetas y escobillas y a que tome a Tom Waits o Joni Mitchell (hasta Fiona Apple) como fuentes. Leonor y sus caballeros tejen un pop sedante de bella factura y esencia de club nocturno, última compra de yuppies y ejecutivos y… qué pena, tan distante como esa última imagen de portada, resaca impoluta en un amanecer irreal.

Pese a ello, te miramos, Leonor.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo siento pero no puedo con estos tipos. Me gusta mucho Oscar Ybarra con Los Coronas pero creo que Marlango apuntaban maneras en su primer disco pero con todo lo que han grabado despues se han convertido en un grupo para intelectualoides, todo es demasiado frio y sin alma. Es una opinión y espero que no te molestes.
Un saludo.

Il Cavaliere.

rubén darío dijo...

No, Cavaliere, no me molesta. Es verdad, son fríos y sin alma. Habría que matizar eso de "para intelectualoides", pero también coincido contigo.

Ahora bien, suponiendo que sabemos lo que queremos decir cuando hablamos de intelectualoides, hay cierta música que también puede "pegar" con ellos que también puede gustar a quienes no nos consideramos "intelectualoides".

Saludos.

Anónimo dijo...

Correcto, cuando digo intelectualoides me refiero a ese tipo de gente que no ha escuchado un buen disco en su vida y se cree que por salirse de los parámetros Chenoas-bisbales-melendis ssu nivel de conocimiento del medio es superior al del resto de la gente, ya sabes - leo a Lucia etxebarría,estudio 2º de arquitectura y soy moderno y Benicassim ( nada en contra) es lo más cool del planeta.
Saludos.

Il Cavaliere.

Anónimo dijo...

Buenas las impresiones de los dos. De acuerdo con Il Cavaliere y Tribecasessions, básicamente creo que pensais exactamente lo mismo. Yo me uno. La propuesta musical es interesante pero cansina y sí, fría. Leonor y es Leonor y por eso Marlango venden los discos que venden. Por que no creo que este estilo musical sobreviviese en nuestras fronteras sin una frontwoman así...

pero cierto,...
la imagén y presencia de leonor es demasiada imágen y presencia..ummmmmmmmm

Anónimo dijo...

Alejandro Pelayo es uno de los protagonistas del libro:
Sin Ti,de Mara Torres

Y Leonor Watling hace una crítica acerca del libro