miércoles, mayo 09, 2007

VOLUME TWO 28: EDDIE HAZEL

Hendrix no tocó con Funkadelic, pero la guitarra doliente y retorcida de Hendrix sobrevuela el tema titular de Maggot Brain, la obra maestra de la trilogía suprema de la banda conjuntada por George Clinton a comienzos de los setenta. Dicen quienes fueron testigos que Clinton le pidió a su guitarrista principal que rasgase sus cuerdas en esa canción mientras pensaba que su madre había muerto. El tipo siguió las órdenes y entró en trance, deleitándonos así con un solo inicial terriblemente espectacular, un lamento que de los oídos avanza ondulante hacia el corazón. No, aquel tipo no era Jimi Hendrix, era Eddie Hazel.

Hay músicos carentes de fortuna, o no les sonríe o no la saben buscar. Probablemente no supiera qué camino tomar para encontrarla Eddie Hazel, el larguirucho guitarrista original de Funkadelic, motor palpitante de esos tres discos iniciales soberbios de la banda, Funkadelic (1970), Free your mind and your ass will follow (1970) y Maggot Brain (1971). A finales de los sesenta Clinton se dejó convencer por uno de sus músicos contratados para reclutar a un joven guitarrista de Brooklyn para The Parliaments. Aunque el chico contó primero con la negativa de su madre para dejarse arrastrar por un grupo de músicos conflictivos con fama de drogadictos, Eddie acabó embarcado para asistir pronto a la transformación de Parliaments en Funkadelic. Funk psicodélico y heavy soul. Esos eran los ingredientes. Cada uno de ellos discurre por las venas de Hazel y se traduce en su embriagador y versátil modo de tocar la guitarra.

El chico no supo asimilar del mejor modo la convivencia con los coloristas y estrafalarios músicos de Funkadelic y no tardó en entrar en abusivo contacto con las drogas. Clinton, que tampoco le daba la espalda a los estimulantes, apenas contó con la técnica de Hazel en el cuarto disco, America eats its young (1972) y prescindió de él en los siguientes, pese a volver a la formación un par de años más tarde. Asociado con otros contemporáneos, Hazel se fue escondiendo, acuciado por los problemas personales y tras un breve periodo entre rejas. Aunque Clinton lo rescató para la prolongación más circense de Funkadelic, Parliament, y le produjo su único disco en solitario, Eddie Hazel se convirtió en un segundón de la estirpe musical de Clinton, hasta caer en el olvido y dejarnos a todos en 1992 a los 42 años.

Game, dames and guitar thangs (1977) es el único álbum de Hazel en vida. Años después de su muerte salieron a la luz improvisaciones del músico y sus amigos en un Ep, Jams from the heart (1994), y una colección de rarezas, Rest in P (2000). En estos trabajos se puede apreciar la zigzagueante destreza de este guitarrista colosal, capaz de llevar con su instrumento cualquier pieza al terreno más sucio del funk o a los territorios vírgenes de la música de baile. No merece olvidarse.

No hay comentarios: