Para empezar, Easy to be hard, de Three Dog Night, acompaña al recuperado logo de la Paramount cual peli americana de los setenta, que da paso a las festivas barriadas de un pequeño pueblo californiano durante un 4 de julio. Las apacibles voces del exitoso trío preceden al primer instante truculento. Habrá que rescatar del olvido a Donovan, suya es Hurdy Gurdy Man, la psicodélica pieza del disco del mismo título que acompaña con sus guitarras torcidas la escena violenta inicial del film, así como los títulos de crédito finales. Canta con misterio, no te fíes de su tarareo inicial, su vacilante fraseo, su ritmo siniestro, su incómodo in crescendo. Y vigila bien tu espalda si llevas a tu pareja en coche a un escondite para hacer cositas.
La selección de canciones de Fincher para su película alcanza sus valores más preciados con Santana, Sly & The Family Stone, Marvin Gaye e Isaac Hayes. El mejor Santana, el de Soul Sacrifice, llena de prisa los títulos iniciales. Sly wants to take you higher mientras los criptogramas llenan las acciones de los personajes en la pantalla. Gaye acalora la voz para cantar su Inner City Blues como sintonía de una elipsis en torno a un edificio en construcción (qué pena que dure tan poco). Y Hayes dedica casi diez minutos (en el tema, no en el film) a encadenar acciones paralelas gracias a su mastodóntico e impronunciable tema Hyperbolicsyllabicsesquedalymistic, del gran álbum Hot buttered soul, del 69.
1 comentario:
Magnífico!!!, cada vez me gusta más esta película. Resulta curioso que en las cintas de Fincher los polis siempre escuchan Jazz en su casa: creo recordar que en Seven el personaje de Morgan Freeman escuchaba a Charlie Parker cuando estaba solo. Luego en otra escena durante la cena en casa del poli al que daba vida Brad Pitt también escuchan un disco de Jazz...
Colosal Zodiac!!!!
Saludos.
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