No crecí con los Faces en mi tocadiscos, tardé también en tener sus cds, pero en cuanto uno sucedió a otro y la lista se acabó pronto porque el grupo perdió el buen rollo del principio, pasé una temporada muy colgado a sus canciones, a esa camaradería juerguista ahogada en el blues de raíces y el rock and roll de aguardiente. A Rod Stewart le había crecido la barba cantando soul antes de morder de la manzana del rock, a la que también daba bocados Ronnie Wood de la mano de Jeff Beck. Ronnie Lane, Kenny Jones e Ian McLagan venían de invadir los USA con la psicodelia mod de los Small Faces (a estos nunca les he cogido el truco). De tanta fuente nació un manantial de creatividad que en apenas cinco años, de 1970 a 1974, dejó correr desde Londres un caudal de sensacionales canciones de rock expulsadas desde las entrañas e interpretadas con tanta devoción como alegría, una profundidad y emoción que hicieron mella en numerosos herederos venidos al circo del rock décadas después.
Vendía Rod, guapo y sexy en sus colores vestido y exhibido, tenía un poder enorme para engatusar con su inconfundible voz raspada. Por eso inició casi al mismo tiempo un particular camino en solitario en compañía de sus propios colegas, unos Faces que empezaron a cansarse de ser unos secundarios sin voz, pero con los que grabó entre 1970 y 1974 también unos primeros discos bajo su nombre tanto o más magníficos como los que llevaban el crédito de la banda.
4 comentarios:
Pues hablando de faces, la face de este blog ha quedado muy chula.
Bonita remodelación.
Muchas gracias por tu participación en ello.
cojonudo!!
Comparto tu admiración por los Faces. Tb son uno de mis grupos favoritos y en ese periodo corto de tiempo que estuvieron juntos grabaron cuatro maravillosos discos y hace unos años editaron la caja Five guys walk into a bar... que es pura magia.
Y los Small Faces con el gran Marriott tb me parecen imprescindibles. Saludos.
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