Warpaint roza la perfección y eso se debe al tiempo de madurez alcanzado por la banda. Quizá fuera entonces necesario un paréntesis tan largo si después de que se cerrase íbamos a encontrarnos con este gran disco de regreso. Con Chris y Rich aguantan Steve Gorman a la batería y Sven Pipien al bajo. Adam McDougall se une a los teclados y Luther Dickinson (North Mississippi Allstar, más espíritu sureño) agarra otra guitarra. Justo en el juego entrelazado de guitarras, en la combinación de estructuras sucias y limpias y en la templanza ganada por la voz de Chris Robinson residen los mayores encantos de este trabajo brillante que se paladea mejor cuantas más veces se pincha.
¿Temazos? El inicial Goodbye daughters of the revolution, Evergreen o la maravillosa despedida, Whoa Mule, por ejemplo. Sólo una insulsa penúltima canción y algún desvarío guitarrero impiden a Warpaint ser mejor de lo que es.
Nota: 9/10
4 comentarios:
HOla!
llegué al blog por casualidad pero ya me ha ayudado a descubrir a un pedazo de artista como Joe Henry. Sólo por eso...gracias!
Merbeye
POr cierto..creo que el blog mejoraría mucho con un buscador
Saludos!
Que grata sorpresa, acabo de cerrar mi billete para ir a ver a los Black Crowes a London y lo siguiente que hago es entrar en este gran blog y leer la reseña del nuevo disco... Casualidad o destino...? Quién sabe pero podrias animarte a venir Don Rumo, no?
Coincido contigo bastante tanto en lo bueno como en lo malo, también me parece insulsa esa penúltima canción. Pero es la clase de disco que más te gusta cuanto más escuchas, no crees?
Saludos
Sí, Jim, así creo. Lo estoy comprobando.
Saludos de lo más rockeros!!!
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