lunes, marzo 24, 2008

LIVE IN 52: GRABAR UNA CINTA

Los tiempos modernos destierran viejas costumbres, ritos con los que crecimos y aprendimos que no deberíamos olvidar aunque ya no los repitamos de forma original. Ahora ya no grabamos cintas para conservar a un amigo o empezar a tener a una amiga, ya no usamos primitivos casetes en los que guardar un poco de nuestro gusto y preferencia musical en un momento dado, de las canciones que nos encanta compartir con alguien a quien apreciamos o queremos. Yo tampoco gasto casetes ahora, pero sigo grabando mis ‘cintas’ de rock and roll en cds, incluso para mí mismo.

¿Recordáis a John Cusack en la película Alta fidelidad? En una escena, rodeado de vinilos y sus fundas de plástico delante del equipo musical, daba normas al espectador para grabar una cinta a alguien, y no parecían tan fáciles de cumplir. Yo tengo mis propias normas.

1. Que la duración no sea menor de 50 minutos ni sobrepase los 65.

2. 14 canciones como mucho (bueno, 15 lo más).

3. Los temas largos, de más de 6 minutos por ejemplo, deben llegar al final, y nunca más de dos seguidos, pero que el más extenso no sea el último.

4. Que la grabación arranque con fuerza, que el anzuelo sea el primer tema para seguir enganchado al oyente; prohibido empezar con una balada, desde luego, y terminar tampoco.

5. Que la segunda canción no desentone con respecto a la primera, que guarde la misma intensidad aunque sus intérpretes sean dispares.

6. Que a dos o tres temas (no más) cantados por un varón le suceda uno con voz femenina; o que a dos o tres chicas le siga un mozo.

7. Las guitarras acústicas congenian bien con las eléctricas y agradecen darse relevos cada dos o tres cortes.

8. Evitar los clásicos; por supuesto que pueden ser escogidos artistas y grupos conocidísimos, pero merecen seleccionarse antes sus grandes temas menos conocidos.

9. Que la última canción se te queda grabada en el recuerdo y te dé ganas de volver a escucharla (y de paso, la grabación entera).

10. Toda grabación merece un diseño, una cubierta original a gusto del autor, una foto sin rótulos como portada y otra a tono en la contraportada con los títulos de las canciones y sus autores.

Y darle al PLAY.

3 comentarios:

Jim Garry dijo...

Me identifico 100% con lo que has escrito. Yo tb he crecido grabando infinidad de cintas. Muchas de tus reglas las comparto, je, je. Por su puesto es fundamental empezar con fuerza y jamás se me ocurriría acabar con un tema de más de 6 minutos. Luego están, por lo menos en mi caso, las cintas temáticas, nocturnas, diurnas, playeras, otoñales, je, je, las que grabas pensando en alguien en concreto, las dedicadas a un estilo determinado, las posibilidades son infinitas...

Saludos.

rubén darío dijo...

¡Qué placer seguir grabando cintas, o cds, ahora! Cierto, las cintas temáticas son a veces complicadas, según el tema, porque según el estado de ánimo a lo mejor un tema veraniego te parece de lo más deprimente o una canción apagada puede que te despierte. Desde luego, las nocturnas para los viajes en carretera, a mí me encanta crearlas. Como dices, las posibilidades son infinitas...

Saludos.

Anónimo dijo...

La cinta, como más adelante sucederá con el cd, es un formato del que todos conservamos un ejemplar. Muchos de ellos comprado pero muchos también hechos por nosotros.

Me encanta la lista que has hecho. Yo en su momento grababa temas de Radio Clásica y los que me gustaban mucho les bautizaba como banda sonora de una película. Y la tengo todavía.

Pero tan importante es conservar una cinta como un walkman o un radiocassette para reproducirla. Por eso guardo con mimo mucho trasto: nunca sé cuándo me entrará la nostalgia.