martes, julio 24, 2007

BONUS TRACK 28: STRINGS OF THE STORM (ELLIOTT MURPHY)

Me asalta la vagancia cada vez que se presenta la oportunidad de escuchar un disco de Elliott Murphy. Me suele gustar el prolífico autor de sangre neoyorquina y alma parisina, de hecho asistí a un estupendo concierto suyo hace unos cuantos años en la apestosa discoteca y deficiente sala coruñesa Playa Club, donde un grupo de pijos aprovechados invitados por los responsables del recinto le faltó al respeto al músico al no dejar de cotorrear durante casi toda su actuación. El caso es que con un poco de retraso me he puesto a navegar serenamente por las olas que bañan el doble álbum Strings of the storm (Last Call, 2003). Y bien placentero que ha sido el chapuzón.

Es curioso. Murphy, también novelista y articulista musical, es de la raza de compositores a los que parece faltarle un pequeño (gran) empujón para salir de la sombra. Es Murphy una especie de Springsteen sin furia ni éxito, al que recuerda en sus primeros trabajos de los setenta y al que nunca le acompañaron las ventas en su veintena de discos pese a la lucidez de sus letras. Siempre en segunda, más bien en tercera fila, el bueno de Elliott tampoco se ha empeñado en adaptarse al curso de los tiempos y, aunque ha trabajado con dispares productores en los ochenta y noventa, ha guardado una línea de coherencia musical con la que ha llevado su carrera a una posición de sólido respeto a finales de la década pasada, ya asentado en París y en estrecha vinculación con el guitarrista francés Olivier Durand.

En Strings of the storm, construido codo con codo junto a Durand y la banda con que ha girado en los últimos años, Elliott Murphy presenta una cosecha de canciones de marcado acento dylaniano. Sus temas no caen en el desánimo cuando inciden en textos comprometidos, ni tampoco abusan de tono festivo cuando la letra es más frívola. Es un álbum profesional de rock de autor, muy bien tejido, con impecables piezas (Green river, Cutting the cake, From room 102 o la extraordinaria Look around you), largo, eso sí, largo aunque saludable.

3 comentarios:

franetico dijo...

Creo que a mi también me ha asustado siempre un poco el Bitches brew que reposa, ladeado, en el último estante de mi colección de discos de Miles Davis, ahogado. Me da miedo el horror de la decepción. Pero, ahora que ya estoy mayorcito y capacitado para aceptar mis propios errores lo intentaré. Magnífica página, recomendada por el Ascensor. También estoy escuchando los discos de Joe Henry, con sorpresa. Seguiré leyendo todos tus post.

franetico dijo...

Leo frenético todos tus post anteriores, fascinado por tu sincero carácter estajanovista. La creedence, PJ Harvet, la voz de ganso de Iván Ferreiro... Ya estoy en Mayo... por supuesto que estoy en el trabajo, aburrido, pero eso lo hace todavía más delicioso. gracias

rubén darío dijo...

Encantado de conocerte y gracias por visitarme y compartir mis textos. Descubro así también tu blog, así que ya tendré nuevas visitas habituales que hacer.

Saludos!!