miércoles, marzo 28, 2007

VOLUME ONE 60: MY NAME IS BUDDY (RY COODER)

Ry Cooder es como un catedrático de renombre y prestigio en la Universidad de la Música. Explorador infatigable de raíces y excepcional guitarrista de virtuosismo callado, lleva cuarenta años trabajando como estelar colaborador de sesión, compositor de bandas sonoras y promotor de exóticos estilos en el terreno de la música americana. Sus devaneos con una incontrolable cantidad de corrientes convierten su obra en una mezcolanza cuanto menos interesante, aunque algo irregular. Sus dos penúltimos trabajos, los primeros de su carrera en el milenio, recorrían caminos poblados de ritmos latinos y música sudamericana que el propio autor enriquecía con los apuestos compases de su guitarra. El tercero, My name is Buddy (Nonesuch, 2007), aparece como uno de esos discos llamados conceptuales y se aparta (no del todo) de Cuba y América Latina para incrustarse en las venas y arterias de la música tradicional norteamericana.

Con la nueva obra de Ry Cooder ocurre lo mismo que con casi todo su archivo anterior (al menos el que yo he escuchado), que el agrado no es pleno, aunque el regusto que deja en la boca tiene mejor calado que su primer sabor. Buddy es el gato que ilustra la portada del disco y uno de los tres personajes en los que se apoya Cooder para recorrer la historia de los Estados Unidos durante los años de la Depresión. Los textos del músico se detienen en las odiseas de los vagabundos, la precariedad general, los políticos y censores, un futuro sin esperanza y una población herida.

Para acompañar toda esa base literaria, Ry Cooder vuelve a hacer gala de una controlada selección de instrumentos y estilos; fiel a su carácter viajero, combina el country con el jazz o el tex-mex con el folk, aunque es sobre todo un blues de latidos solitarios lo que empapa todo el conjunto. Tradicionalista al máximo, Cooder dosifica su slide guitar y abre su estudio para que le echen una mano Flaco Jiménez y su acordeón, Pete Seeger y su banjo, Van Dyke Parks con sus teclas, Jim Keltner con las baquetas y Paddy Moloney con su colección de flautas. Buddy es el guía de un viaje para desconectar, aunque pronto uno se enchufa a la realidad.

Nota: 7/10

No hay comentarios: