Pops Staples, con su aspecto bonachón, mantuvo a la familia unida en los escenarios. Su hijo Pervis abandonó en cambio el barco en plena travesía y el grupo consolidó su imagen y su música con la voz y la guitarra galantes de Pops acompañado de las voces sutiles de sus hijas Cleotha, Yvonne y Mavis, la menor de la prole y la que más personalidad poseía en su interpretación vocal. Los Staples aportaron sus canciones protesta contra las injusticias raciales en los agitados sesenta y compaginaron su inconformismo con las circunstancias con la solidez de sus éxitos comerciales más sonados. Éstos llegaron de la mano de STAX con los dos álbumes Soul Folk in Action (1968) y We’ll get over (1970), en los que los mejores músicos de sesión de la compañía, ni más ni menos que Steve Cropper con Booker T & The MG’s, contribuyeron a universalizar el sonido limpio, calculado e impecable, sin estridencia alguna, de Staple Singers, el mismo que compartían con otros artistas en nómina como Albert King, Carla Thomas, Wilson Pickett, Otis Redding...
Más discos siguieron a aquéllos, en Warner y Curtom, probablemente no alcanzaron la misma altura pero en ninguno el grupo, la familia, perdió esa dulzura natural de su soul exquisito que muchos años después sigue tan vivo, sin ninguna mancha de caducidad e ideal para hacer más entretenido y corto cualquier largo viaje en carretera.
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