miércoles, abril 23, 2008

LIVE IN 53: NICK CAVE, COLOSO EN EL COLISEO (22/4/2008)

El verdadero carácter y el auténtico valor de un artista se mide y comprueba en vivo y un directo. A Oporto nos fuimos Dufresne y yo para saldar cuentas pendientes con Nick Cave & The Bad Seeds. Nos acompañó la persistente lluvia gallego-portuguesa y Grace Potter and The Nocturnals como aperitivo en el reproductor de cds. A la breve ronda a pie por la decadente ciudad le siguió la entrada en el asombroso Coliseo de Oporto, cálido templo con lámparas nebulosas y acústica ideal. Segunda fila. Tres mil quinientas personas. Teloneros para olvidar, de Australia también. Empieza la acción tras la impaciencia.

Salen las seis malas semillas y empiezan a hacer ruido: Sclavunos y Wydler en las dos baterías y percusiones, Savage en las teclas, Casey al bajo, Harvey en la guitarra y Ellis a cualquier cosa y con sus guitarras pequeñas de cuatro cuerdas, cubierto de barba cual desarrapado de una cueva. Aparece Cave. Bigote de truhán, cabellos largos hacia atrás, camisa y chaqueta negras, pantalón azul con el dibujo de escamas de cocodrilo. Salta, cae con las piernas abiertas, las rodillas hacia adelante, las manos al cielo, se contornea, desafía al público con la media sonrisa del tirano, lo señala, lo excita, su voz explota como un torrente. Agradece, provoca, se lanza a abofetear los teclados, se cuelga una guitarra que maltrata, se adelanta a metro y medio de nuestras caras, nos mira y se crece. Es un dios en ese momento. No para un instante, lo deja todo en cada verso, en cada tema, expulsa demonios por su garganta, un predicador. Una presencia imponente. ¿Chulo? Sí, un animal en escena. Hay que verlo con los propios ojos.

Gran concierto el del Nick Cave, alguien que no figura entre mis rockeros favoritos pero al que quería ver y oír de cuerpo presente. Interpretó la banda casi entero su último trabajo, Dig Lazarus dig, con una energía envidiable, rescató la vieja Deanna, tres ‘murder ballads’ y sólo una joya del anterior trabajo, aunque sin duda la mejor de la noche, The lyre of Orpheus. Se echaron en falta más temas de aquel disco, pero esta es otra gira, claro. Una pasada de todas formas. El público se hartó a pedir más. Y ahí estuvimos para poder contarlo.

Podio:

1. The lyre of Orpheus

2. Stagger Lee

3. Midnight man

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo cierto es que despues de compartir impresiones contigo no puedo sino hacer otra cosa que unirme a ellas, pero partiendo de que para mí Nick Cave es uno de mis referentes de la música rock actual.
Lo disfrutamos tan creca, como muestran las fotografías; lo tuvimos tan cerca que pudimos saborear y apreciar la verdadera naturaleza y esencia de la música rock en un animal escénico sin parangón. Su sola presencia ya me pareció impactante... de una fortaleza indescriptible, pero sus interpretaciones, sus contoneos, su pasión en cada frase y acorde y la forma en como llama la atención al público, les mira a los ojos, se rie, les pide más,... es una energía musical desbordante... Sin duda, un auténtico crooner...

He disfrutado de este concierto mucho. Me faltaron algunas canciones pero no importa. Enrome Cave, fabulosos Bad seeds, envidiable sonido y la mejor compañía de tribecasessions...d

rubén darío dijo...

Una fecha para no olvidar, colega de rock. Así da gusto compartir nuestra pasión. Saludos!!!

Anónimo dijo...

Pues pillemos el mismo sitio para ver a Caaaaaaaaaaaaaaaaaaat
:)