domingo, octubre 27, 2019

VOLUME ONE 514: THREE CHORDS & THE TRUTH (VAN MORRISON)

Ha ocurrido alguna vez que al terminar de escuchar un disco supremo, una obra grande de un artista grande, he sentido el fulminante impulso de dar todo por acabado. Hasta aquí hemos llegado, ¿para qué seguir escuchando más música cuando he alcanzado la cima que roza los cielos?, me pregunto. Algo parecido me ha pasado ahora con Three chords & the truth (Caroline, 2019), el trabajo de un hombre que nos hace creer en las divinidades, al que debemos elevar allá tan arriba, a los cielos.

Van Morrison no para. Ni se agota ni da muestras de agotamiento, estado que otros parecen incapaces de admitir (Springsteen, Cave, Young). Seis discos en cuatro años de paseo por el blues, el jazz y el soul, siempre a caballo entre géneros con ejemplar naturalidad. En la sexta obra de esta serie The Man vuelve a las composiciones propias y se planta en cinco estudios a uno y otro lado del Atlántico para culminar un trabajo sublime. Todo suena impecable en este disco, todo encaja sensible y poderoso en canciones redondas de las que sobresalen un puñado: Dark night of the soul, You don't understand, Up on Broadway, Three chords and the truth y la espiritual Days gone by.

A dos meses del fin del año me acuerdo de unos cuantos álbumes estupendos desde enero tan buenos o mejores que estos tres acordes de Van Morrison, pero quizá este es el que me deja más satisfecho, el que convierto en mi disco del año. Cuestión de fe, o de emoción.

Nota: 9/10

2 comentarios:

J Aybar dijo...

Llevo unas semanas muy Morrison ... no he escuchado el nuevo aun pero basicamente estoy de acuerdo en todo lo que dices. 4 discos en año y medio. Puede parecer que va con el piloto automatico, pero ... luego vas, los pones y parece que no es tan así. Versatile, Roll with the Punches, Keep me Singing, When the Prophet speaks ... todos tienen algo bueno.

rubén darío dijo...

Conectarse a Morrison es un sano vicio. Tenía una corazonada con este disco y se ha cumplido. Junto a 'Born to sing: no plan B' es lo mejor suyo en esta década. Su piloto automático es un recurso de lujo. Un músico en su esfera, en su universo, en su genialidad.