Grease fue nuestra, de nuestra
infancia. Aquella película que nos llevaron a ver al cine papá y
mamá. Años después la vuelves a ver y te acuerdas de los bailes y
las canciones. La chica recatada y el gamberrete enamorado,
animadoras y brillantina, coches e institutos en los que nunca
estuvimos. Olivia Newton-John y John Travolta. Eran memorables
algunas canciones. Con Grease empezaba la peli, un tema de Barry
Gibb, de The Bee Gees, que cantaba Frankie Valli. No se cuántos años
después escuchas Grease, la canción, en voz de otros y te preguntas
a quién le resulta gracioso versionarla ahora. A Matthew E. White y
Flo Morrissey, nombres jóvenes de la esquiva esfera indie que para
este año han fabricado un curioso álbum de versiones, Gentlewoman,
ruby man. Y está muy bien. Está muy bien recordar que aquella
película y aquella canción eran nuestras.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario