viernes, mayo 16, 2008

EL PRESENTE

El otro día me detuve ante una revista. En su portada miraban serios y distantes dos viejos en primer plano. ¿Quiénes son estos tipos?, me pregunté. ¡Ostras, Plant y Page! Yo no había nacido cuando ellos mandaban ahí arriba y sus melenas danzantes, el gesto afeminado de Robert y la seducción acosadora de Jimmy sobre su guitarra, armaban a una banda hasta alturas legendarias. Años después yo descubrí a Led Zeppelin, algo tarde, cuando ya no eran grupo con vida. Los dos se juntaron de nuevo, sacaron discos con su firma y por separado, y el año pasado reclutaron a John Paul Jones y al vástago de su batería fallecido para resucitar (de algún modo) el pasado.

Pero el tiempo no se detiene, habla en los rostros y en los cuerpos. Sólo los recuerdos pueden impedir que nos vayamos haciendo viejos. ¿O no?

1 comentario:

Anónimo dijo...

El tiempo no perdona, pero nos permite llevar los años con dignidad. Mientras no intentes ser un eterno adolescente, todo debería ir bien.