Vamos allá con unos cuantos (de los que apenas haya escrito antes algo), a ver si en vosotros han producido un efecto parecido, o si los queréis tomar como recomendación:
¡Menudo chasco!
-la irrupción juvenil nada novedosa de los penúltimos superventas británicos Arctic Monkeys
-el resto de los discos de Bon Jovi salvo uno o dos singles formidables de rigor
-las canciones deprimentes de Bonnie ‘Prince’ Billy o Vic Chesnutt
-la frialdad que me transmite (acabo de entrar y le daré más oportunidades) el pianista Brad Mehldau
-el minimalismo supuestamente artístico del dúo de ninfas Cocorosie
-el oscurantismo ochentero de Echo & the Bunnymen
-los experimentos sónicos de The Flaming Lips
-los juegos caprichosos de Frank Zappa
-la complejidad en teoría prodigiosa de Genesis, Traffic o King Crimson
-el aburrimiento que produce Neal Casal cuando no está con Hazy Malaze
-el bajón de Incubus en sus dos últimos discos
-la aureola de culto que tienen los Jayhawks
-la pereza que ya produce Lenny Kravitz
-el florido legado de Love
-el afectado rock agotador de Muse (antes de su último disco, Black holes & revelations)
-los New York Dolls, antes y ahora
-el hard rock tétrico de Ozzy Osbourne
-Pink Floyd antes de Dark side of the moon
-la grimosa música de Primus
-los elogios ‘cool’ de Rufus Wainwright
…
¡Menuda sorpresa!
-el mejunje ecléctico de Arcade Fire
-la propuesta indescriptible de Badly Drawn Boy en sus tres primeros discos
-el último e indefinible disco de Beck, Güero
-las agradables canciones de Belle and Sebatian, sí, pop dulce para gafapastas delicados, pero fino y soleado
-algún ritmo contagioso de Chambao
-el sensacional último disco de estudio de Chris Rea, Blue jukebox (2004)
-la modesta obra en solitario de Chuck Prophet
-el introspectivo e intenso segundo álbum de Coque Malla, Sueños (2004)
-el playero folk rock de Jack Johnson y Donavon Frankenreiter
-el emotivo reggae de Horace Andy
-el majo disco
-Julie Delpy, de la actriz Julie Delpy (2003)
-la seguridad que transmiten The Killers
-el segundo disco de Marlango, Automatic Imperfection (2005)
-más actrices: el último disco de Najwa Nimri, Walkabout (2006)
-la nueva juventud de Solomon Burke
-la herencia traducida en autenticidad de Wolfmother
3 comentarios:
Decir que Mehdau te produce frialdad sólo por un disco, es como si yo digo que Woody Allen me aburre soberanamente sólo por haber visto 'Melinda y Melinda'.
Tines que escuchar bastantes más discos de Mehldau, genio adelantado a su tiempo donde los haya. Además, anda que no tiene diversidad de discos el chaval, porque es unchaval todavía. Pero ahí tienes la última maravilla que grabó con otro genio, Pat Metheny, muy distinta al que te dejé ('Songs'), ahí tienes el 'Largo', jazz realizado con músicos que no vienen del jazz resultando un experimento muy gratificante e interesante, aunque los fanáticos de Mehldau se empeñan en decir que es de sus peores discos. Yo soy fanático de mehldau y es una jodida maravilla ese disco. O,cómo no, alguno de sus directos del Art of Trio, absolutas maravillas, o sinir más lejos, sus intervenciones en dos de los films de Eastwood, admirador de Mehldau.
A Mehldau nose le puede juzgar po un sólo disco. Su obra es muy extensa y compleja, a la par que diversa. De los pocos artistas actuales que dicen algo e intentan ir más allá.
Saludos.
¿Mehldau frío? Pues puede ser en alguno de sus discos de estudio, pero no en sus directos -es ahí donde se puede saborear en su plenitud a este inmenso músico-. Uno de sus directos en el Village Vanguard (The art of..2) es uno de los mejores discos de jazz de los últimos treinta años, en el que Mehldau nos ofrece su visión de la historia del Jazz -standars, Coltrane, Monk...-, y a partir de ahí en discos posteriores continúa reelaborando el canon jazzistico con temas de Nick Drake, Radiohead, Paul Simon, Beatles... Si a todo esto le añadimos que su trio con Grenadier y Rossy es (era) insuperable la conclusión parece sencilla: Mehldau está llamado a convertirse en el faro que ilumine el devenir del Jazz en los albores de este siglo XXI.
Dicho todo esto, lo cierto es que la música de Mehldau también me suscita algunas dudas o interrogantes:
1º.- ¿Será Mehldau capaz de superar la marcha de Rossy?. Para un servidor por lo de ahora: NO -Ballard no me parece el batería más apropiado para la música de mehldau, tras diversas escuchas Day is done me sigue planteando dudas-.
2º.- ¿Cuándo será capaz Mehldau de ofrecernos un disco de jazz con una formación más amplia, y que esta a la altura de sus trabajos en trio o de sus escasos (y sustanciosos) discos en solitario? Sus primeros discos con Sambeat en cuarteto no dejan de ser obras de un primerizo, Largo es demasiado irregular, y en las grabaciones con otros músicos que he escuchado no pasa de ser un sideman correcto (con Konitz, Scofield...).
3º.-Su último trabajo: ¿Mehldau y Metheny? No he escuchado el disco, y quizás no lo haga a pesar de las buenas crítias que está cosechando(Metheny últimamente me parece un tostón).
Pues nada, a esperar más discos (en directo a poder ser) de Mehldau y más películas con su música.
Pd: Como en "En la ciudad" donde el When it rains de Mehldau es media peli, aunque la otra media también es maravillosa.
Pd2: Red, pues anda que no debes de ser fanático de Mehldau para decir que Largo es una "jodida maravilla", no te pases...
Saludos y qué Mehldau nos acompañe!!!
Ya veo que el jazz sigue dando mucho que hablar y contrastar. Como dije, seguiré escuchando más Mehldau, a ver si entro en calor.
Y yo que pensé que ibais a cuestionar algún otro chasco...
Publicar un comentario