martes, enero 16, 2007

VOLUME ONE 48: FREAK N ROLL… INTO THE FOG (THE BLACK CROWES, LIVE AT THE FILLMORE, SAN FRANCISCO)

Tengo que reconocer que a una banda rockera como los Black Crowes, con excelentes discos de estudio (salvo Three snakes and one charm de 1996) no la acabo de disfrutar plenamente en directo. Vale, no estoy en el tumulto o en el patio de butacas y eso siempre resta inmediatez al disfrute, pero es que en su caso ya se repite. Su último álbum de concierto oficial, comercializado también en DVD, data de 2006 y lleva al grupo a un mítico teatro de ensueño musical como es la sala Fillmore de San Francisco, donde los mejores artistas de todos los tiempos han tocado desde finales de los sesenta (además de en la Fillmore East, de Nueva York). Allí ofreció el grupo de los hermanos Robinson en marzo pasado cinco noches seguidas de conciertos. El evento supuso un reencuentro de la banda después de una larga temporada separada, con experiencias en solitario (estimulantes las de Chris Robinson), paréntesis de reflexión y rupturas emocionales.

Que una vez reunificados con su formación original lo tenían todo a favor para anticipar un retorno grandioso y un contundente directo no entraña ninguna duda. A la banda se la intuye pletórica, con la madurez en las venas de los grupos dinosaurio, y el sonido de la grabación en tal emblemático escenario refuerza cualquier virtud de los propios músicos. Sin embargo, en la selección de temas del doble álbum, que repasa casi lo mejor de todos sus discos, se aprecia una de esas manías que más me molesta de los grupos en vivo, la de alargar los temas sin fin hasta el doble o triple de su duración original.

Estos Black Crowes más crecidos pero todavía jóvenes se acercan ahora más a los carrozas Allman Brothers o a The Band, pero su esencia sureña se fusiona en ocasiones con la corriente ácida de los Grateful Dead (inquilinos habituales del Fillmore) en los desarrollos estirados de varios temas hippies del repertorio. El grupo también cultiva un soul rock acentuado por una sección de viento y dos voces de coro femeninas, levanta el pie del acelerador con medios tiempos y Chris Robinson a la acústica y dota a casi cada tema de un arduo crescendo, pero con frecuencia empalagoso.
Nota: 7/10

PD: The Black Crowes anuncian sin fecha concreta su primer disco de estudio en seis años para 2007. Es buena noticia.

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