miércoles, noviembre 08, 2017

VOLUME TWO 85: MANASSAS


Esto fue irrepetible. Hoy nada suena como aquello sonaba entonces. Instrumentos más sofisticados y tecnologías más cómodas, rápidas y avanzadas no han conseguido transmitir en 45 años una esencia sonora, una sensación de vibración en el aire, como la que salía del primer disco de Manassas.


Fue una unión única, por cuanto en solo dos años un septeto de músicos que orbitaban alrededor de los mismos grupos y estilos (rock, folk, country, blues) se subieron al mismo barco e hicieron andar una banda cuyo sonido propagaba espontaneidad y camaradería. Manassas parecía predestinada a no durar mucho, y así fue. Eran tiempos inestables en las carreteras del rock, cuando el abandono de la inocencia de los años sesenta dio paso a periodos de amargura y las drogas descarriaban a muchos jinetes. Eran músicos que no sabían tener los pies quietos ni un hogar en el que asentarse, que salían de un grupo para unirse a otro o se juntaban y separaban según les apeteciese. Dejaron dos discos al amparo del sello Atlantic, muy bueno el primero, Manassas (1972), olvidable el segundo, Down the road (1973). Como se olvidó también en la memoria, con el paso de los años, aquella banda liderada en gran medida por la ambiciosa presencia de Stephen Stills.


El nombre de Stills, de hecho, predomina en las portadas de los dos álbumes por encima de los del resto de componentes (incluso aparece dos veces). Por entonces el músico estaba a caballo entre CSN&Y y su propia carrera, con dos buenos discos ya a sus espaldas (y a cuya altura no llegarían los que vinieron después). Pero Manassas (Stills y seis músicos próximos) surgió antes de que la formación hiciera una parada en la pequeña estación de ferrocarril de esta localidad de Virginia, en donde se había detenido de gira el grupo y donde posó, con las manos guardadas en los bolsillos de sus abrigos, para la foto de la primera cubierta. Estaba también Chris Hillman, huido de los Byrds. Dallas Taylor y Calvin Samuels, que habían tocado con CSN&Y. Y hombres de sesión como Paul Harris, Joe Lala y Al Perkins, que pasaría por Flying Burrito Brothers e intervendrían en Souther Hillman Furay.


El cruce de estos caminos dio como resultado Manassas, un punto anodino en la geografía USA, un ejemplo de supergrupo efímero cuya herencia ha mojado las alforjas de multitud de forajidos del country-rock.

2 comentarios:

J Aybar dijo...

Me has puesto colorado ... siempre lo entendi como un disco de Stills ... ups!

rubén darío dijo...

Supongo que Stills lo considerará suyo, aunque Manassas como grupo es autor de dos discos, los que menciono en el post. Yo tampoco lo he tenido claro. El caso es que un disco estupendo, más su parte folk-rock que la country-bluegrass.