miércoles, noviembre 01, 2017

DEVOCIÓN CRISTIANA



En su día denostada por muchos y hoy olvidada o ignorada por gran parte de la congregación dylaniana, a mí no me parece su etapa más gris ni más floja ni más reprochable. Los años cristianos de Bob Dylan arrojan mística y misterio, actitudes y perfiles que en el fondo fueron un giro más de su zigzagueante trayectoria en múltiples direcciones. El músico y su maquinaria comercial de exploración en los archivos han reunido abundante material, con numerosas grabaciones en vivo, para componer en distintos formatos su volumen 13 de las Bootleg Series. El periodo que recoge Trouble no more es 1979-1981, que abarca los álbumes Slow train coming, Saved y Shot of love, de los que el primero merece los mejores elogios. Ya no espero estas reliquias revestidas como agua de mayo, pero no faltaré a la cita con el doble CD; sí, me conformo con esta versión, no dispongo de tanto tiempo ni me sobra tanto dinero como para entregar a la escucha de ocho o nueve discos de Dylan de una misma época, con directos, ensayos y tomas descartadas por grande que sea mi devoción crist…


Aquellos años y aquellos discos nos dejaron buenas canciones, ahí tenemos Slow train, Precious angel, Pressing on, Heart of mine, Covenant woman, Gotta serve somebody o Every grain of sand. No se puede decir lo mismo de los tres álbumes de estudio que van de 1985 a 1989 o de las tres últimas colecciones de versiones de standards olvidables, obras que transmiten y provocan muy poca fe.

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