De los
Cure selecciono los singles, enseguida me canso de su aureola de culto
sobredimensionada. Si eres o no eres gótico, da igual. Pero de Wish (1992) me
quedo con todo; si de algo tuviera que prescindir sería de su principal single
precisamente, el harto machacado Friday I’m in love. No es de sus álbumes mejor
valorados, pero Wish me atrapa de una forma caprichosa, subyugadora, todavía
hoy y, desde luego, no se me presenta tan rancio e imposible como los trabajos
anteriores del grupo británico. Singles aparte (que no están del todo mal), la
fuerza perdurable de Wish descansa en su tono fúnebre y a la vez grandilocuente
y en temazos fuertes como Doing the unstuck o From the Edge of the deep green
sea. Me gusta decir que me parece lo mejor de The Cure.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Infravalorado, pero buenisimo. Aunque lo cierto es que yo soy de los que creen que lo mejor vino algo antes que este .... Saludos
Publicar un comentario