Con el
film Once, escuchándolo al desnudo en sus intensas interpretaciones y después de
ser testigo de los claroscuros del éxito que recoge el documental The Swell
Season, advierto un poco de Glen Hansard dentro de mí, dentro de quienes nos
conmovemos con la música con tanta frecuencia, creándola o simplemente escuchándola,
sintiéndola en definitiva. Me cae demasiado bien este tío y me gusta demasiado su
modo de cantar y de componer.
Ahora sin
Marketa Irglova tan cerca (aunque en algunas voces), la princesa que lo enamoró en aquel cuento de hadas en forma
de película y lo acompañó en sus discos siguientes, Glen Hansard firma su
primer solitario, Rhythm and Repose (Anti, 2012), un álbum brillante, brillantísimo.
Nacido del año y medio que pasó viviendo en Nueva York y de los restos de una
relación acabada, el bueno de Glen construye un disco de y para almas solitarias,
triste y melancólico, capaz de ahogarte en la miseria o de penetrarte para
volver a mirar adelante. Pero qué bien me sienta.
Nota:
9/10
1 comentario:
Ni idea de quien es este señor pero gran recomendacion ... Gracias!
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