Su abuelo lo llevó al cine. Tenía 8 años. Salió entusiasmado de la sala, emocionado aún por la aventura en la que se había metido, perseguido por una piedra gigante, por aquellos moros con cara de pocos amigos en callejones estrechos, caído a la fosa de serpientes bajo el desierto, escondido en el submarino de los nazis y atado a un palo mientras el arca aquel expulsaba sus demonios. Volvió a ver la película una semana después, con su abuela y una amiga. Repitió con niños de su edad. Repitió con sus padres. Repitió una quinta vez, aunque no recuerda con quién como acompañante. En el mismo año. Tres más tarde el aventurero del sombrero y el látigo le invitó a otra aventura que vivió otras tantas veces como la primera, en exóticos palacios y catacumbas malditas protegido por la oscuridad de un cine. Volvió el héroe cinco años más tarde, aunque el niño, más crecido, se reencontró con él sólo una vez en la búsqueda sagrada desde una sala de estar. Las películas descansaron en su recuerdo. El héroe se jubiló. Hasta hoy.Hoy ha vuelto Indy, el doctor Jones. El niño es hombre y ha querido sentirse un poco como entonces. No ha podido. No es tan fácil. Le ha alegrado reencontrarse con el aventurero de su infancia. Se ha entretenido, ha sonreído. Quizá es bastante, quizá es justo. Pero ya nada es como entonces. Aquello nadie se lo puede arrebatar. De esto puede prescindir. No pasa nada. El cine, como la vida, sigue su curso hasta la próxima sesión.
8 comentarios:
Nuestro admirado Carlos Pumares hace una valoración parecida a la tuya en el blog de Iván Reguera:
http://ivanreguera.blogspot.com/2008/05/pumares-desde-cannes.html
Por otro lado, lamento escuchar algo que ya me veía venir. En cualquier caso es una cita ineludible.
Un abrazo.
Comparto una parte de las sensaciones. De todas formas me parece una digna cuarta entrega. Su principal problema: hay poco espacio para la sorpresa. Hay tres películas detrás y la calavera de cristal se conforma con ser un tributo a ellas, a una época y a una forma de entender el cine.
Indiana Jones en el gimnasio.
Cine para nostálgicos.
Saludos.
pues yo soy más crítico...
compartiendo vuestras impresiones comparativas con los recuerdos con las anteriores entregas... no puede sino considerar que esta cuarta entrega es muy floja sino mala...
y más que por el peso de lo que le precede o porque ya no estemos hechos para una entrega en el mismo tono... porque me he aburrido por extensos momentos y porque el guión a veces resulta realmente malo...
el papel, diálogos e interpretación tanto de la chica que salía en la primera entrega como la del amigo traidor me parecen altamente ridículos, como el montaje de algunas escenas de acción en la que algunos elementos no sabes por donde andan... (el carruaje de esa chica que viene a salbarlos tras los choques con otro camión en la va una mas que digna Blanchet)...
Resulta todo muy soso y unos cuantos momentos parecen muy muy torpes; esa escena en la que alguién sale de una nevera como sale dadas las circunstancias, en la que se trepa como tarzan en la selva... y en la que salen ilesos y casi sin sobresaltos de tres caídas en picado de tres cascadas consecutivas, por cierto el montaje de estas caías es malísimo...
lo siento... adoro a spielberg... , la historia en sí no está mal y podía dar de sí... pero estos niveles de ridículo no los tienen en ningún segundo de metraje ninguna de las tres magníficas partes anteriores...
gran decepción...
Lo de la nevera es de lo mejor de la pelí.
Saludos
Esperemos que el gran Lumet no nos falle.
Entiendo tu decepción Dufresne. Lo de Tarzán es lo peor, sin duda. Tampoco me gusta que en ningún momento haya sensación de peligro y que cuando los personajes tienen una amenaza encima no se sientan en ningún momento amenazados.
Yo creo que, como dices, algunos ya no estamos hechos para esta nueva entrega. Como dice el ascensorista, espero que Lumet no nos decepcione a sus ochenta y tantos años.
Saludos a todos.
Claro, claro, es más creíble que un tío pase por debajo de un camión, se le arrastre unos cuantos metros vuelva a meterse en él, o que caigan de un avión ¡¡¡¡¡¡en un bote salvavidas tres personas!!!!!! para luego caer por otro acantilado, o que se le meta la mano en el cuerpo a un tío que sigue vivo después de sacarle el corazón, o que se mate a tres nazis de un sólo disparo...y paro ya, porque creo que llega.
Coincido con el ascensorista, lo de la nevera, de lo mejor de la película, brutal, y con dos cojones.
Ay, Rubén tiene razón, no cambian las películas, cambian las personas. Si hoy se estrenase el Arca por primera vez, a parir la pondrían algunos. Bueno, como en el momento de su estreno.
Se demuestra una vez más que Spielberg es el único director vivo que provoca tantas discrepancias y tantos comentarios. Se le odia, se le ama, las dos cosas.
Y la película me da una idea para terminar de definir a Spielberg después de tantos años viendo su cine: es un genio interdimensional con demasiado conocimiento.
Saludos.
lo de spielberg como "genio interdimensional con demasiado conocimiento" una maravillosa manera de definirlo red... porque es indudable que es un genio...
eso ni se pone en duda...
sobre las cosas imposibles de anteriores entregas es cierto... son imposibles y molan la hostia... no nos cuestionamos ni debemos cuestionar su imposibilidad o no pero es que molan que te cagas y en esta última no... y por eso chirrían... Los grandes momentos de las anteriores entregas tenían magia, había sensación de peligro, la acción tenía un ritmo trepidante, algo que se logra en contadas ocasiones en esta ultima... los personajes que las rodeaban (la mujer de spielberg -no me acuerdo de su nombre-, tapón, connery, el ladrón de corazones ardiente, el niño y el budú, el amigo en Bagdag) les dan mucho feeling a los momentos... y creo que no son comparables con los personajes secundarios de ésta...
no se... no me convence...
y por cierto, hace un mes y medio revisé las dos primeras partes... y aunque nuestra impresión sobre las películas como la de los discos cambia con nostros, me siguen gustando muchísimo... muchíiiiiiiiiisimo....
Muy de acuerdo contigo Dufresne. ¡Tanto tiempo hemos esperado para esto! Yo ya prefiero no acordarme de este cuarto episodio porque cada vez que lo hago me gusta menos.
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