Lo que veis no es una reliquia de los cincuenta o sesenta, que no es engañe su simple portada de fondo monocromático que tanto recuerda a las que daban cobijo a grupos y estrellas de soul de aquellas décadas. De soul se trata, eso sí. La negrita pequeñaja es Sharon Jones, acaba de cumplir los cincuenta y dos y después de años de ostracismo y supervivencia como corista de músicos de blues, soul, funk y gospel, acaba de encontrar el éxito que antes nunca tuvo. Entiéndase por éxito el que ahora le permite empezar a ser reconocida y admirada en el entorno de su música, grabar discos (tiene tres desde 2002) y sumarle kilómetros a su existencia girando con una banda propia, The Dap-Kings. Yo la descubrí ayer, Javier volvió a acertar de pleno desde el mostrador con su recomendación y la empaqueté para llevármela a casa.
Este disco que vemos delante es el tercero de la señora sureña, nacida y criada en las calles de Augusta por las que trotó también James Brown. 100 days 100 nights (Daptone Records, 2007) respira exquisito soul callejero y pulido R&B contagioso. No contiene la dinamita de una Betty Davis pero se enlaza al pasional pulso de la maravillosa Bettye Lavette. Los Dap-Kings son trajeados jovenzuelos ya curtidos en bandas neoyorquinas y arrimados incluso a Amy Winehouse a los que en absoluto les viene grande la empresa. El conjunto presenta un equilibrio preciso que vuelve a conducir al oyente a los parajes naturales (calles calurosas, fiestas mojadas de sudor) que dibuja esta música tan entusiasta.
El disco viene acompañado por otro compacto muy especial e igualmente marchoso, más si cabe: una mezcla de canciones y comentarios del programa radiofónico Binky Griptite's GhettoFunkPowerHour con música del sello Daptone. Glorioso.
Nota: 8/10




























