domingo, febrero 25, 2007

VOLUME ONE 54: SOPHIE AUSTER (SOPHIE AUSTER)

Sí, cierto, había leído algo sobre ella y me había fijado en un par de bonitas fotografías, pero entonces no me había animado a saber más ni a conocer su precoz excursión musical. Quizá la cada vez más irresistible admiración que me producen los libros de su padre y el hecho de que el otro día Aaron Sachs me recordase, entre alusiones a Brooklyn Follies y La noche del oráculo, que la hija adolescente había enseñado a todo el mundo el año pasado su primer disco homónimo, me conectaron al fin con Sophie Auster, la preciosa vástago del escritor norteamericano Paul Auster.

Natural del Brooklyn tan literario de su progenitor, Sophie, a los 19 años y con esa sensualidad púber visible en su rostro virgen, cual Eva Green a punto de ser (o ya) desflorada, no ha despegado con un producto comercial destinado a las listas de éxitos, aunque tampoco con un disco a contracorriente; más bien es un trabajo modesto, distinto pero sin ser atrevido, algo debilucho por la voz contenida e impersonal de la autora, y muy bien instrumentado por el acompañamiento de la banda pop (también de Brooklyn) One Ring Zero.

Sophie Auster es un debut que no entusiasma, pero que tampoco molesta. La chica escribe un par de piezas y deja la firma de las demás para poemas de escritores Robert Desnos, Tristan Tzara, Philippe Soupault, Guillaume Apollinaire, Paul Eluard y su propio padre. Con algunas brisas parisinas (The swimmer, Le pont mirabeau) y aires amables (The last poem), el conjunto huye de un destino para cultillos y puristas, evita las etiquetas que nacen casi siempre del pop y se queda a medio camino de todas partes.

Nota: 5/10

1 comentario:

el dijo...

Por lo que nos cuentas ahora habrá que rezar para que no nos estropee la nueva y esperádisima segunda película de su papá...

Saludos desde un ascensor de cristal!!!