domingo, febrero 11, 2007

VOLUME ONE 51: NASHVILLE (SOLOMON BURKE)

Esa juventud recobrada de viejas figuras del soul que en nuestros días aún tienen ganas de poner los pelos de punta y de las que en posts atrás he hablado (Mavis Staples, Bettye Lavette), encuentra otro ejemplo en el redondo monstruo que es Solomon Burke. El predicador de Philadelphia acaba de demostrar que el soul y el country hacen buen matrimonio, que una voz tan grave como la suya puede ilustrar historias de vaqueros y dibujar postales de praderas. La prueba es Nashville (Shout! Factory, 2006), un lujoso muestrario de canciones escritas por autores del country contemporáneos reconvertidas en lamentos y alegrías por la estremecedora voz negra del orondo Solomon.

A los 66 años, inmovilizado por el peso en cualquier asiento pero impecablemente bien vestido y enjoyado, Solomon Burke reviste en plena forma los desvíos hacia el rhythm & blues y el country que siempre tuvo su soul de acento gospel. Y no, no ha sido esta vez Rick Rubin el productor que ha quitado las astillas al sonido de una gloria antigua, sino un tipo más allegado al country rock como Buddy Miller quien ha mezclado y limpiado el nuevo regalo vocal del gran Solomon. Las letras corresponden a Miller y su esposa Julie, Don Williams, Bruce Springsteen o Jim Lauderdale, y el soul man, invitado de excepción en un entorno tan extraño al suyo, recibe el apoyo vocal de Dolly Parton, Gillian Welch, Patti Griffin (que también ceden temas) y, cómo no, Emmylou Harris.

Nashville viene a completar el ciclo de tres álbumes magníficos de Solomon Burke en el nuevo milenio, el premiado Don’t give up on me (2002) y Make do with what you got (2005), producidos por Joe Henry y Don Was, que recogían canciones prestadas por Waits, Dylan, Costello, Morrison y los Stones, entre varios. Ahora Burke digiere material ajeno desde la cuna del country y lo convierte en toneladas de alma bajo un sombrero vaquero. Acelera todavía más al boss en Ain’t got you, se contagia de la melancolía de Welch en Valley of tears y produce escalofríos con su garganta rugiente en Up to the mountain y That’s how I got to Memphis. Quizá en sus duetos con Parton y Harris cada uno va un poco por su lado aunque el conjunto siempre avance en línea recta.

Nota: 8/10

2 comentarios:

el dijo...

He descubierto al inmenso (en todos los sentidos)Solomon gracias al Don´t give up on me que ha caído en mis manos recientemente. Una voz profunda, sincera y una forma de cantar desde el alma, resultando asombroso como el gordo hace suyas canciones de compositores diversos (Waits, Dylan...), pero siempre llevando los temas a su terreno y dotándo al disco de una asombrosa homogeneidad... Uno de los discos más conmovedores que he escuchado en los últimos tiempos.

Un saludo y que Solomon nos acompañe!!!

Anónimo dijo...

Que grandes tribecasessions y Carlos V.M.