Estos vicios nuestros de la música y el cine son tan enormes y nos permiten mantenernos siempre en conversaciones tan variadas y en ocasiones sin fin que llega un momento en el que te pones a hablar de lo menos habitual, de lo más inesperado, con otro amante pasional como tú. Por ejemplo, de directores de fotografía. En esto que te presentan a alguien que de cine también sabe un rato, que además trabaja en el mundillo y que se fija sobre todo –va en su profesión– en el aspecto visual de las películas. Un par de horas largas dan para mucho.
Yo no trabajo en el mundillo y desconozco el entorno en el que se mueven y actúan los directores de fotografía de las películas. El operador es uno de los grandes artistas de cualquier film, en especial cuando deja huella. Quizá también sea el más vanidoso de los responsables de una película, celoso siempre del tratamiento que hace de la imagen y de sus trucos con la luz solar y, sobre todo, la artificial. Tiendo a fijarme en su trabajo a lo largo de sus filmografías, me gusta ver con qué directores repiten (con algunos guardan duraderas colaboraciones, como Sven Nykvist para Ingmar Bergman o Janusz Kaminski para Steven Spielberg o Roger Deakins para los hermanos Coen), con quienes se estrenan, los países que fotografían…
Sin embargo, me asaltan dudas últimamente respecto a los méritos de sus trabajos por culpa de todo el proceso de retoque de imagen al que se someten las películas actuales en los laboratorios después de los rodajes. Me contaba este chico con el que hablé de todo esto que hoy en día casi todos los operadores ruedan en neutro, con la iluminación justa para después lavar y pulir todo el metraje, jugar con los colores y los filtros o corregir errores de luz mediante prodigiosos programas informáticos que han venido a suplir los procesos químicos de antaño. ¿Se puede ahora entonces demostrar la genialidad más en el post-rodaje que durante el rodaje?, le pregunté. Respondió que sí.
Después mencionamos a varios profesionales, españoles alguno, incluso conocidos por él, y, sobre todo, europeos y estadounidenses que suelen trabajar en el cine americano. Seleccionamos unos cuantos para una especie de Primera División actual de Directores de Fotografía (aunque me dijo que en este grupo podrían figurar varias decenas) y recordamos algunas imágenes maravillosas de la historia del cine firmadas por ellos.
Como aquí nos entretenemos todos compartiendo opiniones y conociendo gustos, os doy el nombre de unos cuantos maestros de la dirección fotográfica (siempre desde la perspectiva de un espectador como yo) para que los recordéis u os fijéis en ellos cuando veáis sus películas:
-Conrad L. Hall (Dos hombres y un destino, Maratón Man, American Beauty, Camino a la perdición)
-Darius Khondji (Seven, La playa, Evita, La novena puerta)
-Robert Richardson (JFK, Casino, Kill Bill, El aviador)
-Roger Deakins (El hombre que nunca estuvo allí, Fargo, El bosque, Jarhead)
-Dante Spinotti (Heat, El dilema, Nell, L.A. Confidencial)
-Vitorio Storaro (Apocalypse Now, Corazonada, Lady Halcón, Dick Tracy)
-Robbie Müller (Paris, Texas, Dead Man, 24 hour party people, Bailar en la oscuridad)
-Roger Pratt (Batman, Chocolat, Doce monos, El fin del romance)
-Emmanuel Lubezki (Sleepy Hollow, Ali, El nuevo mundo, Hijos de los hombres)
- y maestros del cine de otros tiempos como Greg Toland, Stanley Cortez, Robert Surtees, Jack Cardiff, Freddie Francis, Néstor Almendros, Freddie Young…