miércoles, noviembre 15, 2006

SOUNDTRACK 22: BEYOND THE SEA WITH KEVIN SPACEY

Beyond the sea, animosa y romántica canción americana de los años cincuenta, incluida en numerosas películas de la época o en otras que recrean aquellos días, fue popularizada por Bobby Darin, cantante italoamericano que se convirtió durante varios años en ídolo de ingenuas adolescentes gracias a sus festivos temas y que entre sus pretensiones incluía la de destronar a Frank Sinatra como rey de las grandes salas de fiestas y conciertos. Se casó con la estrella juvenil de cine Sandra Dee, fue actor (y nominado al Oscar), acabó componiendo alguna canción protesta a finales de los sesenta, se apartó durante unos años de sus seres cercanos y murió en 1973 debido a problemas respiratorios. Su biografía no parece especialmente apasionante, pero en Estados Unidos es muy corriente ensalzar a cualquier artista por menor que sea o aunque ocupe un lugar en la segunda fila por detrás de los grandes. El actor Kevin Spacey ha querido compartir su devoción por Bobby Darin y ha coescrito, coproducido, dirigido, cantado e interpretado el biopic de este personaje, Beyond the sea. Su completo trabajo data de 2004 y el film se estrena ahora en los cines españoles.

Cierto, la vida de Bobby Darin no parece que sea, como se suele decir, “la historia más grande jamás contada”, no presenta grandes retos de superación ni importantes episodios lacrimógenos. Aunque algunos pasajes y personajes han sido retocados con respecto a la realidad (apunta una aclaración en el film), el retrato que Kevin Spacey hace de él lo presenta como un tipo que acaba cayendo bien, con unos sueños en ocasiones algo desmedidos, más bien fuera de lugar y, sobre todo, como un vocacional cantante que era feliz con un micrófono en su mano, una sonrisa en su rostro y una audiencia generosa. “No hay nada que me produzca tanto placer como cantar”, grita en una de sus canciones. Su amor por la música merece todos los honores.

Spacey se convierte en un completísimo hombre-espectáculo en Beyond the sea. Desde American Beauty no brindaba una interpretación tan espléndida y entregada. Quizá consciente de que su película no va a atraer a las masas a los cines, el actor-director y además magnífico cantante eleva la temperatura de su obra con un par de coreografías coloridas y otro par de canciones con orquesta y coro en las salas Flamingo y Copacabana. La película no evita ciertos tópicos de las historias biográficas (conflictos matrimoniales, identidad familiar), pero son defectos pequeños a los que vence el enorme cariño y la puesta en escena de un director entusiasta.

Hasta Bobby Darin se merecía un buen biopic y Kevin Spacey se lo ha regalado.

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