domingo, noviembre 05, 2006

BONUS TRACK 14: ABOVE (MAD SEASON)

Varios años después vuelves a escuchar un disco que te gustaba mucho y una sonrisa permanente y reconfortante luce tu cara durante el viaje. "No es bueno, es mejor", te dices. Y coincides con tus compañeros de travesía. "Qué buenos tiempos aquellos, qué grandes momentos de música vivimos", piensas. No somos tan viejos, la verdad. Above (1995), de Mad Season, tampoco ha envejecido.

La elección fue de Pepe Guns camino de Gijón en busca de un concierto. Él, Dufresne y yo hinchamos el pecho y compartimos un sonoro asombro de satisfacción en cuanto comenzaron a sonar las relajantes primeras notas de Wake up. Así da gusto despertarse. Once años atrás pinchamos por primera vez Above, el único disco de aquel efímero supergrupo de Seattle en plena ebullición grunge en el panorama rockero. Estupendo, fue mi primera impresión. Formidable, es la que el disco merece para mí tras mucho tiempo sin escucharlo. En compañía y en la carretera.

Mientras que algunos álbumes y bandas contemporáneas a Mad Season han resistido mal el paso del tiempo (Nirvana, algo de Soundgarden), otras han superado mejor el peligro de la caducidad (Alice in Chains, Screaming Trees); ahí debe incluirse a Mad Season, formación nacida de un encuentro entre el bajista John Baker Saunders y Mike McCready. De vuelta a Seattle, el guitarrista de Pearl Jam convenció a Layne Staley, vocalista de Alice in Chains y a Barrett Martin, batería de Screaming Trees. Después de varios ensayos y bolos amistosos, se encerraron en un estudio para coproducir con Brett Eliason, ingeniero de sonido de Pearl Jam, un disco de diez cortes que alcanza años después la categoría de culto, una condición agridulce tras el fallecimiento de dos de sus miembros, Saunders y Staley, vencidos por las drogas.

Above transmite angustia, dolor y resentimiento. Está impregnado de un fatalismo que parece natural si el malogrado Layne Staley anda por el medio. Escuchar a Alice in chains, según en qué momento, puede hundirte sin levantarte. Sin embargo, el disco logra darle esquinazo a la desesperación que ahoga algunos discos de su banda para sonar algo más esperanzador y menos truculento. El gran Mark Lanegan presta su amistad para aclarar un par de cortes (I'm above, Long gone day) entre magníficas piezas presididas por el veloz e inconfundible estilo de McCready y el golpeo preciso de Martin (X-Ray mind, I don't know anything). El colocón instrumental de November Hotel, la preciosa River of deceit y esa irresistible Wake up que abre el disco mejoran con cada escucha el breve testamento de un grupo para no olvidar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

olé