Perdido en canciones no busco una vía de
salida sino un asiento en el centro de la plaza. Si me arrastro en ellas quiero
estar siempre mojado, absorbido por el remolino.
Viento idiota, soplando a través de los
botones de nuestras chaquetas...
En las canciones vivimos, cambiando de
marcha con cada estrofa, sobre el asfalto de sus melodías, encadenados a una
carretera que no encuentra sus direcciones.
Viento idiota, soplando a través de las
cortinas de tu habitación...
En el encierro de las canciones de nada
más hay necesidad, sin esperas, sin horas vacías que al instante son pasado, en
el hambre de un presente que a nadie pertenece.
Viento idiota, soplando a través de las cartas
que escribimos…
Cuando
escucho Idiot wind (la versión que guarda Blood on the tracks o la versión más
hipnótica grabada en las sesiones de Nueva York) no quiero salir de sus
límites. Creo que no hay mejor canción que esta entre todas las canciones
perfectas.
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