jueves, octubre 05, 2017

VOLUME ONE 451: DRIPPING SPRINGS (JOANA SERRAT)

Escuchaba este disco hace unos días por primera vez y me atascaba tratando de precisar a qué o a quién me recordaban las canciones, cuándo había sido antes aprisionado por el eco metálico de sonidos y ambientes muy parecidos a estos. No conseguía hallar la respuesta. En algún lugar de la música americana escuchada en los últimos cuatro o cinco años, me decía, sin dar aún con el nombre y el apellido. Alguien que me había gustado, y mucho, tenía que ser. Pero nada, que no aparecía. Luego leo que Joana Serrat, que el año pasado me agradó con su álbum Cross the verge, grabó este año en Texas Dripping springs (Great Canyon, 2017) junto a Israel Nash. Y ahí está la respuesta, en Israel Nash, que ahora como productor de Joana y prestando en el empeño a los que son sus músicos habituales, consigue aclimatar este disco a los arenosos paisajes psicodélicos que sobresalían de trabajos como Rain plans y Silver season. Guitarras afiladas y las tenues y expresivas voces de Joana traducen esa atmósfera a veces nerviosa a veces fantasmagórica llenándola de temas fascinantes (Come closer, Farewell, Unnamed) que te arrastran por las piernas como fieros remolinos.

No suelo escuchar música de autores españoles (se llamen Joana, Enrique o Xoel y sean de Vic, Zaragoza o A Coruña, cada uno arropado en la bandera universal de la música). Así que comprar música española es un acto que desde hace bastante tiempo se ha convertido en excepcional. Joana Serrat merece bien el gasto.
 
Nota: 8,5/10

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