Algunas
buenas canciones, potentes y con gancho, alcanzan un éxtasis de
ensalzamiento en pletóricas interpretaciones en directo. O cuando la
publicidad o el cine las explotan eficazmente. Lonely boy es un
ejemplo, el gran tema de The Black Keys con el que abrían su álbum
de 2011 El Camino. En una película reciente, la simpática comedia
española Es por tu bien, se cuela Lonely boy sin mucha lógica
argumental aunque con innegable impacto en el desarrollo de la trama
y bien acompañada de un hábil montaje. El caso es que, al volver a
escuchar la canción, celebré de nuevo su fuerza, ese nervio que te
espabila y te lanza a bailar o a saltar o a llevarte las manos a la
guitarra imaginaria.
Muchos
le dieron la espalda al grupo desde que añadieron instrumentos y
sofisticación a su singular apuesta, desde que dejaron los circuitos
pequeños donde se aplaudía la rigidez de su áspera desnudez musical para
abrazar una planificada e inteligente comercialidad. No me incluyo entre quienes miraron para otro lado.
Espero que no tarde en escucharse su próximo trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario