sábado, febrero 07, 2009

ARTE

Cualquier cosa es arte, cualquier cosa es bella a los ojos de la emoción del alma. Un pequeño detalle o un gran gesto. La mano que tapa un estornudo, el espacio entre dos dientes, la manera en cómo suena tu nombre en la voz de otra persona, una hoja en blanco, el olor de la tinta, las curvas de una guitarra, un susurro, las ruedas sobre un camino de tierra, un vaso de agua, la piel, el cielo del verano, la oscuridad invadida por la luz de una pantalla… El curioso caso de Benjamin Button.

4 comentarios:

Alberto Abuín dijo...

Curioso, cualquiera de las cosas que citas no es arte, si entendemos por arte esta acepción: http://es.wikipedia.org/wiki/Arte

Otra cosa es que digas que cualquier cosa es bella. Ahí sí estoy de acuerdo. Aunque escoger la peor escena de esa estupenda película (y digo la peor porque no viene a cuento de nada en la trama del film) tiene su intringulis, porque te pega muchísimo, eterno voyeur.

Saludetes.

rubén darío dijo...

Ya, pero todos esos detalles, si se encuadran en un marco o se graban en un soporte y se cuelgan en una galería o en la pared de tu casa, ya están más próximas a las concepciones más académicas de arte. Vamos, y se te pagan una pasta por cualquiera de estas cosas...

Saludos.

Anónimo dijo...

una maravillosa película...

tengo reflexión para unas semanas, como mínimo...

Alberto Abuín dijo...

Dios, me pierdo, Dufresne es... Diegol? Luis Bunbury? uf.