En realidad debería hablar o escribir de Billy Powell. Pero, ¿quién es Billy Powell? Me lo callo y escucho entero el pájaro libre. Y presto unas líneas a Bruce Springsteen. Ni eso debería prestar. Me duele de verdad que el Boss haga esto, un disco ramplón, sobrecargado de clichés, de marcas de la casa, de sellos distintivos repetitivos y aburridos, del puto Brendan O’Brien con la orquesta de fondo y los coros familiares de la Boss family explotados hasta el cansancio. Algunos se niegan a admitirlo, pero Working on a dream (Columbia, 2009) son descartes de Magic y de The rising, buenos discos, sí señor, que dejan en evidencia la banda sonora del cambio, del puto negro en la Casa Blanca. Qué mala espina me dio el Jefe en cuanto me enteré de que tan pronto tenía un disco listo. Vete a casa, tío. Deja de dar el coñazo. Eres grande, muy grande, pero no tanto, en realidad. Un par de canciones son estupendas, de verdad, Life itself, What love can do o hasta The wrestler. Nada más.
Nota: 5/10 (porque es el Boss).
2 comentarios:
Una pena. Cada vez estoy mas convencido de que no queda nada. Luego, a la cuarta escucha ya empiezas a tararear algun tema ... y piensas, ¿me habré equivocado?. ¿Será que es bueno?. Pues no. Tambien tarareabas las de los Pet Shop Boys.
A mi Magic me gusta también, un buen disco. Este aún no lo he escuchado, pero por los comentarios que leo, me da la impresión de que ha bajado un poco el listón, aún asi habrá que darle una oportunidad. Un saúdo.
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