Esta es una de las canciones más bonitas con las que me he tropezado últimamente. Se la escuché a sus autores, Rilo Kiley, en uno de sus discos, The execution of all things (2002), y también cerró el episodio piloto de la serie Weeds, la más reciente de mis aventuras televisivas. Diría que la voz púber de Jenny Lewis transmite la inocencia de un tiempo añorado mientras viaja por sinuosas carreteras en el asiento del copiloto hacia un punto poco deseado. Me gusta su advertencia: “No te vuelvas loco pensando que eres más de lo que eres con tus brazos extendidos hacia mí”. Quieto ahí, chaval, no es tan fácil conquistarme aunque te parezca tan sencillo.
(Lamento no encontrar un vídeo en condiciones, pero este montaje sirve)
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