sábado, diciembre 06, 2008

BESOS ROBADOS

En el centro está una mujer, una de mucho cuidado, la que un día traga de una saliva y al siguiente de otra saliva. Lo jodido es que son las dos salivas las que se distancian, las mismas que compartieron más de un día una afición pornográfica. Ahora le acaricia la nuca a uno sin haber jugado con el cabello del otro; ahora se la chupa a uno sin habérsela mamado del todo al otro. ¿Quién tiene la culpa? Nadie. Cuestión de apetencias. ¿Quién es serpiente y quién es imbécil? ¿Quién es una santa y quién es un pardillo? Nadie será definitivo. Besos robados.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como tu algo perversa foto refleja, somos un pequeño caramelo para algunas, un dulce que prueban y que luego tiran cuando están saciadas.

En cualquier caso, si ella está en el centro y los dos son satélites, habrá que cambiar de órbita.