¿En realidad es Doo-Bop un disco de Miles o es Miles quien simplemente toca la trompeta en esta obra que bien podría llevar la estampa de cualquier músico de rap y hip hop de los años noventa? Más bien lo segundo. Produce Easy Mo Bee, de hecho, posterior productor y mezclador con Puff Daddy, The Notorious B.I.G. o Eminem. Su unión con Davis se debe a la perpetua ansia del trompetista por experimentar y fusionar el jazz con todo tipo de estilo o tendencia. Por entonces, ya en los albores de los noventa, Doo-Bop acabó por guardar fraseos de hip hop sintético espolvoreados de jazz ácido.
El caso es que este disco de publicación póstuma no es gran cosa en comparación con el grueso de la obra de Miles Davis, ni siquiera con el cambiante curso que tomaron sus discos desde finales de los setenta hasta su muerte. Imaginaos, flotante líneas rítmicas de banda sonora de peli porno, scores para films de Cheech y Chong y fondo de fiesta hortera de negros salpicados de colores chillones. Sí, pero con la sordina de acero de Miles cabalgando sigilosamente en cada tema. Un raro e indefinible espécimen.
3 comentarios:
Como ves un disco curioso, y que es verdad que no llena como otros discos de Miles, aún no pareciéndome un mal disco de Hip-Hop; pero no es mi estilo.
Quizá su mayor interés esté en saber que fue su último disco,que realmente no llegó a terminarlo, y en imaginar qué estaría haciendo ahora si siguiera vivo, qué estilo musical estaría acompañando o creando con su trompeta.
Un saludo.
Imagínate, desde que murió en 1991 hasta hoy han pasado 16 años, seguro que se habría acercado a un buen número de estilos, pues quizá nuevas músicas, quizá folk, de nuevo rock, electrónica... un misterio. Todavía tengo algunos discos de Miles por ahí reservados para seguir navegando.
Otro saludo jazzístico.
Uff!!
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