viernes, abril 27, 2007

LIVE IN 38: PULITZER TO ORNETTE

Volvemos al jazz, o a esta extraña música así llamada.

Nunca es tarde para saber que el prestigioso Premio Pulitzer incluye un apartado dedicado a la música y viene premiando desde 1943 a peculiares artistas y sus no menos singulares creaciones. De la lista me suenan un puñado (Wynton Marsalis, John Corigliano, Aaron Copland), no más, quizá haya que tener y presumir de un alto grado de erudición tanto para que te premien como para saber justificar el premio. El de 2006, recogido en el año que corre, ha ido a parar al músico de jazz Ornette Coleman por su disco grabado en directo Sound Grammar. Y yo me pregunto por qué.

Bien, me entero, escucho el disco, me dejo arrastrar dentro de él, dejo que su música enervada y enfermiza me envuelva y zarandee, trato de no desquiciarme en pleno ataque de nervios musical, en un atasco sinfónico y vanguardista de una urbe gigantesca apretada por percusiones chispeantes y ritmos sin unión guiados por el vuelo sonoro de un moscardón continuo con forma de saxofón.

Me gustaría que alguien que haya escuchado este Sound Grammar con la atención que al llamado free jazz ha de corresponder me explique los valores que a este disco hacen merecedor de un elogio como el Premio Pulitzer de la música. Vale, quizá me encuentre con la respuesta clásica que tantas veces (y con razón) nace del jazz, eso de que “el jazz se siente” y que “hay que dejarse llevar”. No sé, puede que algún jazz companion de los que tengo por ahí me despeje un poco de sombras el paisaje brumoso que cubre esta música tan…

3 comentarios:

el dijo...

Bueno, bueno, como siempre en Tribecasessions al tanto de las últimas noticias. No glosaré los méritos de Sound Grammar, dado que aún no lo he "disfrutado", pero sí de su autor. El bueno de Ornette merece un lugar en la historia del Jazz quizás solo por detras de Armstrong, Bird y Miles si de importancia objetiva hablamos. Al menos dos obras maestras tiene en su carrera The Shape of Jazz to come un disco de estudio maravilloso del 59 y uno de los más hermosos que he escuchado nunca. Ahora bien, es en directo donde el autor alcanza toda su dimensión... y es que las grabaciones de 1965 en el Círculo Dorado de Estocolmo me parecen Jazz en estado puro, sin artificios, con mucho corazón y poca cabeza... Volviendo a lo que estábamos, las grabaciones del Golden Circle las han comparado con su premiado último trabajo, más bien a la inversa,...

La primera vez que escuche a Ornette Coleman me resultó extraño, sorprendente y casi diría inaguantable. Algunos años después habiendo regresado varias veces por su música me parece simplemente maravillosa, posiblemente todo sea cuestión de poder "encontrase" en ella.

Dale otra oportunidad...

Saludos.

Anónimo dijo...

Mira que te avisé: " El free tienes que dejarlo para más adelante..." Aunque la curiosidad del señor Ruben Darío es un gran punto a su favor.
Las primeras impresiones del free pueden parecerte fascinantes...o música para psicóticos. Es el jazz más difícil, para mi en eso no hay duda. Pero reconozco que a mí sí me fascina, y aunque te parezca increible, lo disfruto muchísimo como todo el Jazz (dentro de mis preferencias, claro)
Sígueme el juego y comparémoslo con otro campo artístico. Imagina empezar a leer poesía con un autor críptico ( el que tu quieras ) o con otro más asequible. Si el primero te lo pone más difícil en cuanto a léxico, intención, etc...puedes fácilmente pensar "si esto es poesía, paso"; si el segundo poeta te allana un poco el camino, y sus mayores dificultades no están en el léxico, la forma, etc...te resultará más sencillo encontrarle un valor y seguir leyendo poesía.
Ojo, no estoy recurriendo al argumento manido y sencillo de "Es porque no lo entiendes";ya sabes lo incompleto que me parece este argumento y lo libremente que se utiliza, como si no pudieramos disfrutar de lo que no entendemos o tuvieramos que disfrutar siempre de lo que entendemos. Creo que el símil con la poesía es bastante acertado: si hubieras empezado por Lorca o Alberti y te sintieras extraño, te diría: "prueba con un Machado o un Benedetti."; y en Jazz antes de Coleman te recomendaría buscar otras atmósferas: Mingus o Coltrane. Estos en algunas cosas son antecedentes del free, pero más asequibles.
Para terminar te diré que he "arrastrado" a diferentes personas a conciertos de free y me encontré reacciones de todo tipo: algunos salían con dolor de cabeza, otros fascinados y algunos diciendo que nunca habían escuchado una música tan divertida, otros hablaban de melancolía... de todo y a veces en el mismo concierto.
Seguiremos hablando.
Un saludo.

rubén darío dijo...

Gracias por vuestros comentarios y consejos. Alguna oportunidad más le caerá, esperemos que no tan libre a la improvisación.

Tu comparación me vale, Fer, aunque de momento creo que es más probable que siga sintiendo dolor de cabeza con estos free jazz men que fascinación. A ver, a ver...

Saludos.