Sobre reediciones escribíamos hace poco, en estos tiempos discográficos en los que cualquier efeméride redonda parece ser la excusa para recuperar un viejo álbum, emblemático o no, memorable o no, con destacable material inédito o no, laureado o infravalorado. Parecían nacer como una plaga de la tierra en algún momento del año pasado. En este arranque de 2022 me pregunto si habrá en los próximos meses otra de estas pandemias, ante la que nos preguntaremos si tal o cual disco merecen reedición. Regreso a 1972, hace 50 años, para mentar una decena de discos de aquel año, alejados de los tópicos y lugares y nombres comunes que, por su calidad, bien podrían gozar de su edición deluxe.
¿Pagarías por una versión enriquecida de...?
Eat a peach (The Allman Brothers Band)
Still Bill (Bill Withers)
Superfly (Curtis Mayfield)
Bare trees (Fleetwood Mac)
Live in Europe (Rory Gallagher)
Manassas (Stephen Stills & Manassas)
Talking book (Stevie Wonder)
What color is love (Terry Callier)
Greetings from L.A. (Tim Buckley)
Saint Dominic's Preview (Van Morrison)
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