Mellencamp, de 71 años, tiene plaza en esa residencia de ancianos que en los últimos años se niegan a colgar la guitarra para siempre y vuelven al estudio para seguir grabando un poco de música, en ocasiones obras conjuntas o piezas que miran hacia el ocaso y reflexionan sobre el tiempo transcurrido. Como otros colegas de generación y de estilos parejos o distintos (David Crosby, Jackson Browne, Springsteen, Rodney Crowell, Miguel Ríos), en su último disco, el 25 de su carrera, flota el cansancio y la añoranza, el recogimiento de la edad. El resultado, la manera de expresar esas sensaciones, deja algo que desear, lo mismo que le ocurre a todos sus trabajos desde Life death love & freedom, y ya han pasado catorce años.
Mellencamp tiene hoy una voz raspada y agrietada, parece a veces la de Tom Waits, una voz que transmite pereza a Strictly a one-eyed jack (EMI/Republic, 2022). Son pocos los cortes que sobresalen, francamente notables, eso sí (I am a man that worries, Lie to me, Did you say such a thing, Wasted days, uno de los tres que cuenta con el emotivo respaldo del propio Springsteen), pero son anécdotas de un álbum arrugado que parece conducir al autor a una merecida jubilación.
Nota: 6/10
3 comentarios:
Adoro a Mellencamp y aunque si que es cierto que el pistón ha bajado - el mismo reconoce que la pintura es hoy probablemente una prioridad mayor que la propia musica -, me gusta el disco y sus Bruce-colaboraciones. No parece que vaya a publicar 10 LPs mas no ...
No sabes lo que dices. Ves más talento en RHCP. Hijo, háztelo mirar.
Mellencamp ya no tiene nada que demostrar. El álbum es más que digno. O acaso esperabas un The Lonesome Jubilee a estas alturas?
Sí anónimo, sé lo que digo. Y precisamente no digo nada sobre talento. De hecho, ni comparo una cosa con otra.
Cierto, Mellencamp no tiene nada que demostrar. Cierto, el disco es más que digno, no digo lo contrario. No, no esperaba otro Lonesome Jubilee. Veo que coincidimos.
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