Bienvenidos
al nuevo año. Cerramos 2017 con cinco mujeres firmantes de
excelentes discos y abrimos 2018 con otra que hace unos meses nos
dejó otro bonito álbum. Esta chica de aspecto tan común que parece
haberse fotografiado a sí misma ante los azulejos de su cuarto de
baño es Dori Freeman, una virginiana de raíces musicales, con
familia de tradición en el bluegrass. Letters never read (Blue Hens
Music, 2017) es su segundo trabajo y, como el primero, está
producido por Teddy Thompson. Esta obra, con la puerta abierta a Neal
Casal y a Richard Thompson, es un caramelo de 28 minutos que respira
esa aura nostálgica que flota sobre los discos de Eilen Jewell,
combinación de folk y
country bien armonizados
con ecos
de la acústica penetrante de los Apalaches.
Sabroso pero corto, se echan en falta más canciones, o que fueran
un poquito más largas.
Nota: 7/10
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