lunes, enero 15, 2018

LIVE IN 2015: DOLOR ES

De golpe, un escalofrío. He lamentado más otras pérdidas en este nuestro mundo alternativo de la música, pero esta que hoy golpea inesperadamente en la espesura de los días de invierno lanza un latigazo nostálgico que me ha enfriado la espalda y ha hecho que vuelva a mirar dentro de mí. Yo estaba en la universidad, abierto a tantos nuevos estímulos que lo absorbía todo; pocas cosas quedaban, muchas entraban a lo bestia y luego desaparecían, como Cranberries y aquella canción, Zombie, de la que con el paso del tiempo acabé harto. Los niños gritando y lanzando piedras, la ciudad en ruinas, una mujer cubierta en oro, la chica gritando ‘zombie’ y rasgando la guitarra. El disco, No need to argue, nunca lo grabé, no lo conservo, como ninguno del grupo, ni de la chica cuando grabó sola. Pero sí guardo los lugares y las emociones de aquellos días que en absoluto descifraban nada parecido a lo que es ahora. Y hoy la chica se ha ido, Dolores, de un instante para otro. Sí, me apena. Buen viaje.

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