lunes, abril 24, 2017

VOLUME ONE 436: GARGOYLE (MARK LANEGAN BAND)

¿No os pasa a veces que vais dispuestos con pereza a la escucha del nuevo trabajo de un músico que en realidad os gusta? Mas con pereza, allá vais, allá vamos. Me ha pasado ahora con Mark Lanegan, quien ha juntado a sus amigos más íntimos (Josh Homme, Greg Dulli, Duke Garwood) para repetir bajo la Mark Lanegan Band una producción más en su generosa, atrayente siempre y en cierto punto camaleónica, carrera post Screaming Trees. Hay algunos resbalones en su obra (Imitations), aventuras de las que unas veces ha salido bien parado (la trilogía de discos con Isobel Campbell) y otras no (Black pudding). A lo que más se parece este brumoso Gargoyle (Heavenly, 2017) es al arremolinado Blues funeral (2002).
 
Aunque sus inclinaciones no pareciesen acercarse a la naturaleza musical que él nos sugiere, Lanegan, errático o no, siempre ha sabido adaptarse a sonidos y ambientes distanciados. En Gargoyle lo oímos demasiado envuelto en teclados y efectos de sintetizador, fórmula que en ocasiones acrecienta esa pereza de la que hablaba o que por el contrario confiere a las canciones una apretada energía (Nocturne). El disco, no entre lo mejor del músico, se levanta en momentos en los que Lanegan parece salido del álbum Whiskey for the Holy Ghost (Sister) o se deja caer en crepusculares ambientes (Goodbye to beauty).
 
Nota: 6,5/10

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